Comunità di S.Egidio


 

6 giugno 2000

Promueven el di�logo del cristianismo con el islam

 

"El encuentro entre el islamismo y el mundo cristiano occidental es un problema no resuelto al comenzar un nuevo siglo", comenta, en di�logo con La Naci�n, monse�or Vittorio Ianari, estudioso de la cosmovisi�n isl�mica y encargado de temas interreligiosos de la Conferencia Episcopal de Italia.

Ianari hablar� sobre "Islam y cristianismo: di�logo y perspectivas", en el Centro Isl�mico de la Rep�blica Argentina, San Juan 3050, hoy, a las 19.45.

Hay problemas entre musulmanes albaneses y serbios ortodoxos en Kosovo; entre cat�licos e isl�micos en Filipinas y en Indonesia, observa. Huntington augura un choque de civilizaciones. No obstante, Ianari dice que muchos expertos piensan que, por fortuna, no es inevitable. Y debe buscarse el di�logo entre esos dos mundos. Pero la perspectiva de los intereses econ�micos, petroleros, es insuficiente: debe buscarse un encuentro de visiones religiosas.

"A veces se habla del islam como un bloque monol�tico -dice-, pero hay que tener en cuenta que es un mundo de 1000 millones de creyentes, con muchas diferencias." Hay pa�ses �rabes donde las minor�as cristianas gozan de libertades (Siria, Irak, Egipto) y otros con graves limitaciones. En Arabia Saudita no hay ninguna iglesia ni puede haber celebraciones p�blicas, y eso plantea en los pa�ses occidentales, donde ese pa�s levanta mezquitas, el tema de la reciprocidad.

Pero el fundamentalismo, una doctrina pol�tica para alcanzar y sostener el poder aun con la violencia, es minoritario en el mundo isl�mico. Tal como el terrorismo en Argelia, ante el fracaso del socialismo �rabe. Para muchos musulmanes, la identidad de la propia fe es una manera de resistir a la globalizaci�n. Ianari se pregunta entonces por qu� no aceptar que este mundo global sea una oportunidad para que se encuentren dos visiones de fe, con muchos puntos de contacto, aunque alejadas por siglos.

El islam en Europa

Europa occidental ve crecer en su seno comunidades isl�micas: tiene 12 millones de musulmanes si se cuentan los de los Balcanes. Esta inmigraci�n plantea problemas de integraci�n. Ya crece la segunda generaci�n, que tiende a quedarse y a ir perdiendo relaci�n con los pa�ses �rabes de origen. Hay algunas reacciones racistas en europeos nativos: un porcentaje alto de los presos en Europa son j�venes musulmanes, que muchas veces est�n en los m�rgenes de la sociedad.

La Comunidad de San Egidio -a la que pertenece Ianari- ha emprendido una acci�n positiva con estos inmigrantes: ense�arles el idioma, ayudarlos a buscar empleo, favorecer su inserci�n en la sociedad preservando de manera digna la propia fe.

Ianari estima que ser�a bueno edificar un islam europeo, "que acepte vivir en un mundo en el que existan ellos, pero tambi�n los dem�s".

Piensa que el miedo es siempre un mal consejero: "Con el miedo uno ve y comprende mal". La influencia de estos inmigrantes pobres es fr�gil. Pensar que 600.000 musulmanes en Italia puedan agredir su identidad parece una idea excesiva, desliza. "Pero puede ser una oportunidad para plantearnos algunas preguntas saludables."

Ianari destaca el ejemplo de ciertos creyentes musulmanes. "En Italia, los musulmanes que est�n en c�rceles nos piden que les llevemos el Cor�n. Su fe est� enraizada en su actitud vital. M�s que inspirar temor, esto puede ser un ejemplo que interpele a los cristianos y nos lleve a preguntarnos: "Y nosotros, �c�mo vivimos nuestra fe?"."