Comunità di S.Egidio


 

25/12/2000

La Comunitat de Sant Egidi re�ne a pobres y marginados
La gran familia de Gl�ria y sus amigos
M�s de doscientos comensales acuden a la capilla de Sant Ll�tzer

 

La mesa de Navidad de Gl�ria Abad y sus amigos reunir� hoy a una extensa familia de vagabundos, ancianos que viven solos o est�n en una residencia, ni�os de la calle, extranjeros sin recursos, familias gitanas del barrio de la Mina.

En total superar�n los doscientos comensales y cada uno de ellos encontrar� su lugar en la mesa, porque Gl�ria y sus amigos se han ocupado de escribir unos cartelitos con sus nombres que colocar�n junto a los platos.

El mantel ser� rojo, de tela, "un mantel de Navidad", dice Gl�ria, "bonito", "de fiesta", y los platos, los cubiertos, las servilletas, las copas, la sopa, la "carn d'olla", el pollo, los canelones, los turrones, el vino, el cava, el caf�, la copa y el puro. Todo ser� de fiesta, de "dia de Nadal".

�Y los regalos! Porque cuando los vagabundos, los ancianos, los ni�os, los extranjeros, los gitanos empiecen a cantar villancicos acompa��ndose con la zambomba, la pandereta y las palmas, entonces entrar� Pap� Noel con su saco a la espalda: la bufanda para C., el perfume para M., el reloj para A. Habr� un regalo para cada uno y cada regalo llevar� su cartel con el nombre, "todos tenemos un nombre �no?", dice Gl�ria.

Quiz�s tambi�n este a�o le toque hacer el brindis a la se�ora Mar�a. El a�o pasado, Mar�a levant� la copa y dijo:

-Amigos, paz y amistad para todos. Por nosotros y por todo el mundo.

Mar�a suele hacer el brindis porque es la m�s veterana de esta mesa de Navidad, pues fue una de las siete comensales que se sentaron en ella cuando hace 12 a�os se celebr� la primera comida.

-Desde entonces cada a�o somos m�s amigos -dice Gl�ria.

Gl�ria Abad tiene 27 a�os y es voluntaria de la Comunitat de Sant Egidi, un movimiento laical nacido en Italia en 1968 que, dice Andrea Riccardi, su fundador, "se inspira en el deseo de Juan XXIII de que la Iglesia no ha de ser un museo, sino la fuente en la plaza del pueblo".

En Barcelona, la comida de Navidad de Sant Egidi se celebra en la antigua capilla de Sant Ll�tzer, en la plaza del Pedr�. En Roma, m�s de cinco mil pobres y marginados la celebran en la iglesia de Santa Mar�a, en el Trastevere. En Mozambique, los voluntarios de Sant Egidi preparan una gran comida para los presos.

-Este es el mensaje de Navidad- dice Gl�ria-. Ha nacido un ni�o al que nadie acoge. Nace como un extranjero en una cueva, fuera del pueblo. El sue�o de la Navidad es adorar a este ni�o.

-�Una iglesia es un buen comedor para la comida de Navidad?

-Es el mejor comedor. La Iglesia debe ser un lugar de acogida. La capilla de Sant Ll�tzer estaba antiguamente en una leproser�a. Hoy, aqu� acogemos a los nuevos marginados.

Gl�ria, soci�loga, hija de comerciantes del barrio del Eixample, fue educada en el catolicismo. Un d�a, cuando ten�a 17 a�os, fueron a la parroquia un grupo de voluntarios de Sant Egidi, y explicaron su trabajo social con ni�os marginados de la Barceloneta. Gl�ria decidi� que aquel compromiso era el mensaje de Jes�s que a ella le gustaba. En la Barceloneta conoci� a muchos ni�os con problemas. Hubo una ni�a de 8 a�os que le hizo "replantear muchas cosas". Apenas hablaba. Ten�a miedo. Cargaba sobre sus espaldas el trabajo de su casa. Empezamos a conocernos. Empezamos a hablar. Nos hicimos amigas. Ella me abri� su mundo y yo le ayud� a salir de sus miedos. Sali� la ni�a que no hab�a podido ser y hoy trabaja en una panader�a y es una chica muy alegre."

Su amiga no ir� a la comida de Navidad, pero vendr�n otros ni�os, "amigos" de Gl�ria, la mayor�a del barrio de la Mina, ni�os a los que ella ense�a a estudiar y poco a poco les ayuda a superar la soledad y la marginaci�n en la que viven. Dice Gl�ria que prefiere estos manteles, esta compa��a, que una Navidad consumista, "sin sentido", "vac�a".

-�Y tus padres? �Tus hermanos?

-Mi padre tambi�n nos ayuda y en casa a todos les parece muy bien.

Ignacio, uno de los vagabundos a los que la Comunitat de Sant Egidi sirve la sopa durante el a�o en la estaci�n de Sants, dijo el a�o pasado al despedirse:

-Hoy ha sido el d�a m�s feliz de mi vida. Gracias, amigos.

Gl�ria pens� que hab�a sido un hermoso d�a de Navidad.

Bru Rovira