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16/05/2001 |
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CATALU�A. "Catalu�a (...) representa (...) un polo de gran importancia para la construcci�n de las nuevas relaciones de la comunidad internacional. Es una naci�n que, a trav�s de una trayectoria dif�cil, ha sabido afirmar su identidad con tenacidad ante las presiones que quer�an quit�rsela. La afirmaci�n de esta identidad no se ha producido levantando muros, sino por el contrario construyendo un conjunto de relaciones entre Europa, el Mediterr�neo y el mundo entero." DI�LOGO, NO CIRUG�A MILITAR. "Un gran problema del mundo (...) est� precisamente en la relaci�n con las diferentes identidades, las de la propia naci�n, etnia, del propio grupo religioso o social (...). El malestar, el miedo, la rebeli�n, la extra�eza ante un mundo demasiado grande, ante sus s�mbolos y sus instituciones, han desembocado con frecuencia en el fundamentalismo de las identidades. Los a�os 90 se han caracterizado por una serie preocupante de explosiones fundamentalistas, lo que es un fantasma que planea sobre las canciller�as. (...) Cuando se habla de fundamentalismos se piensa en seguida, casi por cortocircuito, en el islam. (...) Pero no son los �nicos. Otros se encuentran en el mundo hebreo, en el cristiano, en la India y en otras partes. En nombre de la religi�n se defiende la identidad. Es m�s, con frecuencia las religiones son utilizadas para santificar la etnia, para proteger la naci�n (...). Lo hemos visto en los a�os 90 en los Balcanes y en las regiones de la ex Yugoslavia. All� en aquel nexo entre naci�n y religi�n, entre �pica y actualidad, entre honor nacional e intereses de grupo, la Comunidad de San Egidio (que ha actuado en Kosovo y en Albania) ha sentido que la verdadera paz tiene necesidad de un intenso y profundizado di�logo y no de una cirug�a militar." COMPRENSI�N. "El oficio de historiador me ha ense�ado ante todo que hay que hacer un esfuerzo de comprensi�n ante los fen�menos (...) �De d�nde vienen las reacciones europeas de fundamentalismo �tnico? Son las que se producen en torno a los Alpes, en el Sur y en el Norte, entre la Liga Norte y el nacionalismo de Haider, entre el neonazismo alem�n. Con frecuencia el culto de la tierra y de la etnia degenera en esta clase de fundamentalismo, cuando una identidad no es pensada en sus relaciones, sino como la ra�z de un mundo cerrado. Escribe (...) una estudiosa italiana, Silvia Albedrazzi: �A la monol�tica identidad-ra�z, gran�tica e inatacable, hay que contraponer una identidad-relaci�n, radicada en contextos m�ltiples y muy diversos entre s�." RAMON LLULL. "Frente a la realidad y a los escenarios del siglo XXI, el di�logo es decisivo, el di�logo entre las religiones (...). El di�logo no es afirmar que las religiones son todas iguales, porque no es verdad incluso desde un punto de vista fenomenol�gico y teol�gico: es diversa su relaci�n con la sociedad, diverso su discurso sobre Dios. (...) En un mundo en que las gentes se mezclan, las comunidades religiosas viven juntas, las lenguas y las culturas se relacionan, el di�logo es un modo inteligente de vivir el amor: di�logo en la calle, del intercambio, de la amistad, de la cultura. Pienso en el sue�o mediterr�neo del mallorqu�n Ramon Llull, que comprendi� el valor de la reconciliaci�n entre Oriente y Occidente. (...) En nuestros encuentros anuales entre creyentes en la estela del esp�ritu de As�s, a�o tras a�o (este a�o se celebrar� en septiembre en Barcelona) nos encontramos cristianos de todas las confesiones, jud�os, musulmanes y laicos." LA INMIGRACI�N. "El tema de la inmigraci�n se est� convirtiendo en un problema grave. Tenemos necesidad de inmigrantes por el envejecimiento de nuestra poblaci�n y por causas econ�micas. Pero a la vez son un peligro para nuestra identidad y nos exigen una convivencia. Pero la inmigraci�n no es un grifo que se pueda abrir o cerrar seg�n nuestro estado de humor. (...) Estamos lejos del fundamentalismo de la identidad que excluye, que teme los injertos, que preserva la pureza. Es la pureza que construye el orgullo de los integristas y de los fundamentalistas, que apoya el desprecio de los diferentes, de los d�biles, de los pecadores. Pero el cristianismo se sit�a en otra perspectiva."
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