Comunità di S.Egidio


 

01/09/01


Barcelona recibe a 200 religiosos y pol�ticos en unas jornadas para dialogar por la paz
La comunidad San Egidio inaugura su 15� Encuentro Internacional de Hombres y Religiones

 

La comunidad italiana de San Egidio ha elegido Barcelona para que alrededor de 200 religiosos, pol�ticos y pensadores establezcan durante tres d�as un di�logo por la paz. El 15� encuentro internacional de esta organizaci�n, que empezar� ma�ana, lleva por t�tulo Las fronteras del di�logo: religiones y civilizaciones en el nuevo siglo. Representantes jud�os, musulmanes, cristianos y budistas debatir�n hasta el mi�rcoles en varias mesas redondas sobre la pena de muerte, la globalizaci�n, el di�logo interreligioso, la realidad de �frica y el conflicto balc�nico, entre otros asuntos.

La comunidad de San Egidio desembarca en Barcelona. Esta asociaci�n cat�lica, formada por cerca de 40.000 laicos de 60 pa�ses, promueve en sus encuentros anuales el di�logo por la paz y el ecumenismo.

Este a�o, se calcula que unas 5.000 personas participar�n como p�blico en las 18 mesas redondas y las celebraciones religiosas que se llevar�n a cabo en diversos puntos de Ciutat Vella. Entre los pol�ticos invitados intervendr�n el presidente de Kosovo, Ibrahim Rugova; el de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo; el ex presidente de Portugal Mario Soares; el senador y ex primer ministro italiano Giuliano Amato, as� como el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y el alcalde de Barcelona, Joan Clos.

La comunidad de San Egidio naci� en Roma y es conocida como la 'ONU del Trastevere' -barrio romano donde la comunidad inici� sus actividades- por su trabajo de mediaci�n en los conflictos internacionales. Esta vocaci�n comenz� en 1992, cuando la comunidad de San Egidio particip� en el proceso de paz de Mozambique, una guerra que caus� casi un mill�n de muertes.

'El di�logo es un instrumento decisivo para apagar los odios, prevenir los conflictos y resolverlos', afirm� el fundador de San Egidio, Andrea Riccardi, durante una conferencia de prensa, ayer, a la que tambi�n asistieron representantes de la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona, y el arzobispado, instituciones que colaboran en el encuentro.

Riccardi recibi� el pasado mayo el Premio Internacional Catalunya 2001 por la ayuda que su instituci�n presta a los m�s necesitados. Este historiador del cristianismo y catedr�tico de la Universidad de Roma impuls� a los 18 a�os una labor de asistencia en los barrios perif�ricos romanos tras los nuevos aires que trajo el Concilio Vaticano II en 1965. La comunidad de San Egidio institucionaliz� sus encuentros en 1986, cuando celebr� una jornada mundial de oraci�n en As�s, que presidi� Juan Pablo II.

Quince a�os despu�s, el encuentro tendr� por escenario el teatro del Liceo. En la inauguraci�n estar�n el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqu�; el cardenal enviado por la Santa Sede, Roger Etchegaray; el cardenal de Barcelona, Ricard Maria Carles; el rabino jefe de Israel, Meir Lau, y el patriarca de la iglesia ortodoxa de Etiop�a, Abuna Paulos.

Cerca de 20 cardenales cat�licos, 11 patriarcas, 7 obispos evang�licos y varios dirigentes jud�os y musulmanes completan la representaci�n religiosa.

Riccardi hizo especial hincapi� en la presencia de religiosos africanos: 'En este encuentro �frica es muy importante por la gran responsabilidad que todos tenemos en los conflictos de este continente. Hay una tendencia a pensar en norte y sur o en el cristianismo y el musulm�n como contraposici�n'.

Adem�s, Riccardi destac� que 'las diferencias [religiosas] pueden ser riqueza o pueden transformarse en un motivo f�cil para que los pol�ticos sin escr�pulos creen guerras'.

La comunidad de San Egidio ha elegido Barcelona como sede de su 15� encuentro ecum�nico por 'la particular historia de Catalu�a, que vive su identidad no en repliegue, sino con apertura y conexi�n con el exterior'.

Los diferentes l�deres religiosos clausurar�n el encuentro el pr�ximo martes con una procesi�n hacia la catedral de Barcelona, donde se proclamar� el Manifiesto de Paz 2001 y se leer� un mensaje al papa Juan Pablo II.

Gisela Busaniche