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08/07/2002 |
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'No hemos venido aqu� a renegociar promesas, estamos aqu� para hacerlas cumplir'. El director de la Agencia de las Naciones Unidas contra el Sida, Peter Piot, avanzaba ayer el que ser� el principal caballo de batalla en la Conferencia del Sida de Barcelona: conseguir que la promesa de los pa�ses ricos de aportar este a�o 10.000 millones de d�lares (10.200 millones de euros) para un fondo global contra la enfermedad no quede en saco roto. Este dinero es necesario para tratar a los casi 40 millones de afectados por el VIH que hay en los pa�ses en desarrollo, y hace falta ya. 'No se trata ya s�lo de salvar vidas, sino de salvar naciones', dijo Piot. Pero las primeras indicaciones no son optimistas. Hasta el momento, los pa�ses desarrollados s�lo han comprometido, que no aportado, el 27% de esta cantidad. 'Si algo se ha de globalizar, es el derecho a la salud', proclam� Stefano Vella, presidente de la International AIDS Society. Peter Piot no dud� en hablar de 'fracaso' al calificar la tarea de 'quienes trabajan en la lucha contra el sida, ya que los avances m�dicos no han influido a nivel pol�tico'. Y sin compromiso pol�tico no hay dinero. Corregir esta situaci�n es, precisamente, el objetivo de la Conferencia de Barcelona, que comenz� ayer por la tarde con la cifra r�cord de cerca de 15.000 congresistas inscritos. Conseguir que la conferencia se cierre con compromisos concretos es el objetivo de los representantes de m�s de 500 organizaciones no gubernamentales y de los pa�ses en v�as de desarrollo, donde viven el 95% de los infectados por el VIH y en donde s�lo tienen acceso a las terapias 4 de cada 100 infectados. 'La epidemia de sida se encuentra todav�a en una fase temprana, pero nuestra lucha est� en una fase todav�a menos avanzada', alert� Peter Piot. El director ejecutivo de Onusida record� los compromisos de los gobiernos en la �ltima cumbre de Monterrey y en el �ltimo encuentro de los ocho pa�ses m�s industrializados del mundo para luchar contra el sida y la pobreza. 'Las promesas ya se han hecho. Ahora falta que se cumplan'. Cumplirlas significa aportar con urgencia el triple del dinero del que se ha recibido hasta la fecha. Faltan para este a�o m�s de 7.000 millones de d�lares, y para el siguiente, otros 10.000, y as�, cada a�o. Oxfam Internacional y el resto de grandes ONG europeas denunciaron ayer, antes de la inauguraci�n, que los pa�ses que menos han aportado al Fondo Global para el Sida son precisamente aquellos que m�s riqueza tienen. Estados Unidos, por ejemplo, s�lo se ha comprometido a aportar el 12,4% de lo que le corresponde en funci�n de su producto nacional bruto. Jap�n y Alemania han aportado apenas el 10% y el 16,7%, respectivamente. Espa�a, que deber�a aportar poco m�s de 50 millones de euros, s�lo ha comprometido el 21% de esta cantidad. En el otro extremo de la tabla se halla Holanda, que ya ha comprometido el 73%, o Suecia, con el 62%. Ignasi Carreras, presidente de Interm�n-Oxfam en Espa�a, record� que tambi�n se encuentran excepciones honrosas entre los pa�ses pobres, muchos de ellos comprometidos con el Fondo Global. 'Uganda ha comprometido ya el 80% del dinero que se le puede exigir', asegur� Carreras. Con este panorama sobre la mesa y con m�s de seis millones de muertos por el sida desde la conferencia de 2000 en Durban, M�dicos sin Fronteras (MSF) considera un 'aut�ntico delito' lo que est� permitiendo la comunidad internacional en �frica, el sureste asi�tico y Am�rica Latina. El presidente Internacional de MSF, Morten Rotrup, hizo ayer en voz alta la siguiente reflexi�n. 'Si como m�dico no atendiese a un paciente que necesita ayuda urgentemente, estar�a cometiendo negligencia m�dica y podr�a ser acusado por este delito'. 'Teniendo en cuenta que cada d�a mueren en el mundo m�s de 8.000 personas por no recibir tratamiento y que, pese a ello, la comunidad internacional rechaza financiar una respuesta global, estamos nada m�s y nada menos que frente a un crimen contra la humanidad'. En la conferencia de Barcelona, decenas de ONG, grandes y peque�as, se han comprometido a demostrar que el tratamiento de los enfermos de sida en �frica es posible a pesar de su fragilidad econ�mica y la falta de infraestructuras. 'Hace dos a�os el tratamiento con antirretrovirales costaba 12.000 euros por persona y a�o. Hoy, gracias a los gen�ricos [presentaciones sin marca que no pagan patente] cuesta poco m�s de 400 euros', recordaba ayer Giuseppe Liotta, responsable cl�nico del Programa del Sida de la Comunidad de San Egidio. Esta organizaci�n cat�lica ha comenzado este a�o un programa de tratamiento con antirretrovirales en Mozambique. Las 100 primeras pacientes -casi todas mujeres embarazadas- han mejorado notablemente 'con s�lo 40 d�as de medicaci�n', asegura Liotta, quien dice que 'el sida, la epidemia m�s mort�fera que vive ahora �frica se tiene que cortar, no frenar'. Para conseguirlo no basta la prevenci�n, y menos a�n las buenas palabras. Las cifras desbordan cualquier punto de vista racional: en el mundo, 8.500 personas mueren cada d�a por el sida y otras 14.000 se infectan por el virus. Una docena de pa�ses del �frica subsahariana tienen m�s del 20% de su poblaci�n ya infectada, lo que est� destrozando sus econom�as, no por el coste de los tratamientos, que no los reciben, sino porque la enfermedad est� aniquilando a las clases productivas. A los j�venes y las mujeres en primer lugar. El copresidente de la conferencia, Josep M. Gatell, del Hospital Cl�nico de Barcelona, record� que en estos pa�ses la lucha contra el sida no puede basarse s�lo en la prevenci�n, pero tampoco las terapias con antirretrovirales ser�n suficientes. En el mismo sentido se pronunci� el responsable de la red de ONG que participa en la cumbre, Shaun Mellors: 'En la conferencia que se celebr� hace dos a�os en Durban se rompieron muchos silencios y ahora falta conseguir un compromiso eficaz'. La voz de las mujeres castigadas por el sida se hizo sentir en la inauguraci�n a trav�s de Beatrice Were, portavoz de International Community of Women (ICW). 'Las mujeres', dijo, 'sufren con especial virulencia esta enfermedad, que las estigmatiza y las margina'. Combatir la transmisi�n vertical del VIH, es decir, de la madre gestante al hijo, es uno de los caballos de batalla de la lucha contra el sida en los pa�ses pobres.
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