Comunità di S.Egidio


 

26/12/2002

NAVIDAD EN BARRIO NORTE
Almuerzo solidario para 200 personas dentro de una iglesia
Fue en la parroquia Nuestra Se�ora del Carmen, con la organizaci�n de la comunidad de Sant''Egidio y el grupo San Francisco de As�s. Hubo familias humildes de la Boca y "sin techo".

 

A la una y cuarto del mediod�a, apenas terminada la misa, el padre Ricardo Larken dio el visto bueno y una veintena de voluntarios empez� a intercalar mesas entre los cl�sicos bancos de madera. En pocos minutos, el templo de la Parroquia Nuestra Se�ora del Carmen, en el coraz�n de Barrio Norte, se transform� en un gran sal�n comedor para 200 personas. All� se celebr� ayer el almuerzo de Navidad organizado por la comunidad de Sant'Egidio y el grupo parroquial San Francisco de As�s. Los primeros asisten a chicos de La Boca y la Villa 21 de Barracas; los segundos, a homeless del barrio.

"S�, no es muy com�n ver as� el templo", reconoci� Lasken, con una sonrisa dibujada en su cara. "Aqu� adentro hemos hechos pesebres vivientes, pero le aseguro que este almuerzo es un hecho igual o m�s religioso", dijo el sacerdote, a cargo de la parroquia desde hace casi 4 a�os.

En el improvisado comedor se vieron escenas curiosas. Por ejemplo, Rub�n Villar y su familia comieron en una mesa situada al lado de unos de los confesionarios. M�s all�, un grupo de chicos devor� el almuerzo, con una imagen de dos metros de la Virgen Mar�a a sus espaldas. Veintipico de mesas llenaron el templo.

Villar vive en la Boca y cont� que sus tres hijos m�s chicos van dos veces por semana a la "Escuela de la paz", en la Villa 21, donde participan de las actividades que organiza la comunidad de Sant'Egidio.

Marta, de 31 a�os, tambi�n lleva a sus hijos a "la escuelita" (as� la llaman). Carga en sus brazos a Giancarlo, de 10 meses, su hijo m�s chico. De pronto se presenta Juan, de 12, el m�s grande. Tiene una remera negra, con la cara del l�der cumbiero de Damas Gratis estampada. El esposo de Marta hace 4 a�os que no tiene trabajo y tambi�n hace 4 que lleva consigo un marcapasos que le vigila el coraz�n enfermo.

Gisela, de 23 a�os, ahora colabora en la escuelita, pero cuando ten�a 8 ella fue la que necesitaba ayuda. "Si bien damos asistencia escolar �cuenta�, los chicos vienen por todas las actividades que les preparamos". Sant'Egidio le consigui� una beca en vi�ticos para que estudie enfermer�a.

El almuerzo, organizado por unos 60 voluntarios, consisti� en empanadas, pastas y ensalada de frutas. Las pastas fueron donadas por el restor�n Filo, cuyos due�os se arremangaron para dar una mano en la cocina de la parroquia.

Ayer, el patio de la Iglesia cobr� aires de feria, con todos los chicos corriendo por ah�. "�Milagro, milagro!", se le escuch� a Mercedes Ferrini. En tono de broma, la mujer se refer�a a una escena reci�n vista: un polic�a le estaba dando una vianda a un "sin techo" con fama de complicado.

Mercedes es una tenaz voluntaria del grupo parroquial. Ella vivi� tiempo atr�s su propio milagro, cuenta el padre Larken. "La leucemia que sufr�a retrocedi� a partir de las cadenas de oraci�n que hicimos", cuenta el sacerdote. Mercedes presenta a Francisco Zorzoli (56 a�os) y a Jos� (66).

Los dos participaron del almuerzo. Se definen como "ex deambulantes". Francisco lleva ahora un celular en la cintura. "Tambi�n somos empresarios", agrega.

Asistidos por el grupo parroquial, junto a C�ritas y la UOCRA, unos 40 "deambulantes" armaron San Francisco de As�s, Construcciones. "Es la �nica constructora atendida por sus due�os", bromea Zorzoli. Ahora est� a cargo del �rea Ventas. Alguna vez, antes de caer en el abismo de los "sin techo", fue profesor de m�sica y tuvo una familia. Jos� aporta a la empresa su experiencia como 40 a�os de soldador.

Del almuerzo participaron otros hombres que a�n no pudieron torcer su suerte. Carlitos, por caso, ni bien sali� del templo con un pan dulce en la mano, se tir� en el piso, apoy� su espalda contra una pared y clav� su mirada en la nada. Carlitos es de los deambulantes "cr�nicos".

Juan Meroni, de 30 a�os, tambi�n es voluntario de Sant'Egidio. Juan almorz� en el sal�n de la escuelita, en la Villa 21 de Barracas. La escuela funciona en un viejo galp�n donde antes hab�a una f�brica de perfumes. "Reunimos 120 personas, entre los chicos que asistimos y sus familiares", dijo. El almuerzo incluy� el reparto de regalos para los chicos, "todos juguetes no violentos", aclar� Juan. El brindis resumi� los habituales pedidos de paz y felicidad de quienes all� se reunieron. Pero entre estos deseos se alz� uno. La peque�a Jenny, de ocho a�os, sin que nadie se lo indicara, tom� el micr�fono y dijo: "Pido un brindis por todos los chicos de la calle".