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09/01/2003 |
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Mons. Vincenzo Paglia, obispo de Terni-Narni-Amelia y durante mucho tiempo asistente eclesi�stico de la Comunidad de San Egidio, ha escrito un libro que quiere ser una ayuda para los que quieren acercarse cada d�a a la Sagrada Escritura y abrirse al sentido espiritual de la palabra de Dios. Muy a menudo nos preguntan c�mo podemos rezar. La confusi�n y los ritmos r�pidos de la vida nos cogen de tal manera que se hace dif�cil encontrar un espacio para la reflexi�n y para la oraci�n. Otras veces nos parece dif�cil rezar. Jes�s aconseja a sus disc�pulos: �T�, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, despu�s de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que est� all�, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensar�.� (Mt 6,6) S�, para rezar es necesario entrar en la habitaci�n m�s retirada, es decir, bajar a lo m�s profundo de nuestro coraz�n, cerrar la puerta a la confusi�n, al ruido de las preocupaciones y a la prisa de los pensamientos. Pero a menudo tambi�n hay un cierto rechazo a pararnos. Es la tentaci�n de Marta, la hermana de Mar�a y de L�zaro, que recibe en su casa la visita del Se�or, pero atrapada en sus ocupaciones, no consigue pararse y escuchar. Mar�a, en cambio, se pone a los pies de Jes�s para escuchar su Palabra. Y Jes�s dice: (Mar�a) ha elegido la parte buena, que no le ser� quitada.� (Lc 10,42). Todos podemos elegir la parte buena, la de Mar�a, si encontramos un espacio de descanso, de silencio, en compa��a de la Escritura. Hay una manera concreta de descubrir el ritmo de la palabra de Dios en nuestras jornadas, el tesoro escondido en la Escritura para �conocer el pensamiento de Cristo�. Es el peque�o reto cotidiano de reencontrar un centro, el espacio del coraz�n en una vida cargada de compromisos. La palabra del Se�or se puede convertir en compa�era de camino. Pero si no se escucha cada d�a, cuesta abrirla.
El Libro La Palabra de Dios cada d�a (versi�n catalana de Publicacions de l�Abadia de Montserrat y castellana de Grijalbo) nos quiere ayudar. Este libro propone escuchar y meditar cada d�a un pasaje de la Escritura, seguido de un breve comentario que ayuda a entender el texto y lo une a la vida. La lectura seguida y entera de diversos libros de palabra de Dios (denominada cl�sicamente lectio divina) es un buen m�todo de lectura y de oraci�n para todo cristiano, sea cual sea su vocaci�n dentro de la Iglesia. Para ayudar a la oraci�n, adem�s del pasaje b�blico y el comentario, cada d�a ferial tiene indicaciones que remiten a los esquemas de plegaria com�n que la Comunidad de San Egidio utiliza para la oraci�n vespertina diaria. Se puede hablar, por tanto, de una �pedagog�a de la oraci�n y de la escucha�, para retomar la expresi�n que el profesor Francesc Torralba utiliz� en la presentaci�n del libro de Mons. Paglia, que tuvo lugar en la bas�lica de los Santos Justo y Pastor de Barcelona el pasado 11 de diciembre. En este mismo acto, presidido por el obispo Pere Tena, el abad de Montserrat, Josep Mar�a Soler, subray� el sentido y la pr�ctica de la lectura continua de la Sagrada Escritura, en la tradici�n mon�stica y patr�stica, y manifest� que el libro de Mons. Vincenzo Paglia pone al alcance de todos de una manera comprensible la Palabra de Dios y �ayuda a quien le sigue cada d�a a hacer lectio con el fin de ayudar al propio itinerario de fe�. En palabras del P. abad, �la lectio divina no es s�lo cosa de leer, ni es una lectura informativa (como puede ser la del peri�dico), ni una lectura para pasar el rato (como la de una novela), ni una lectura de documentaci�n con vistas a actuar (como el estudio). Es una lectura gratuita con vistas a dejar que Dios hable; es una lectura-oraci�n. Por ello la primera cosa que es necesario hacer es crear un clima de silencio en el propio interior (cabeza-mente y coraz�n-afectividad) para salir de nosotros mismos y procurar conformar nuestra vida, de una manera libre y alegre, al llamamiento que Dios nos haga a trav�s de la Palabra. Dicho de otra manera, esta lectura pide una actitud de conversi�n interior y una apertura al amor de Dios que entra en di�logo conmigo, de coraz�n a coraz�n. Deber�amos leer la Sagrada Escritura como una chica lee una carta a su amado.� Vivir escuchando y poniendo en pr�ctica la Palabra de Dios cada d�a es la primera obra que se pide a un disc�pulo del Se�or. Un escritor ruso (Soloviev) afirma: �La fe sin obras est� muerta, y la plegaria es la primera obra y el principio de cualquier acci�n verdadera; en ella actuamos en Dios y Dios obra en nosotros. �ste ya es el principio de una nueva vida espiritual.� De la plegaria y de la escucha de la palabra de Dios brota, ciertamente, toda la vida del creyente. Rezando cada d�a con la palabra de Dios ,podremos crecer en amor y comuni�n. El libro de Mons. Vincenzo Paglia ayuda. Su lectura es un soporte muy valioso para penetrar en el tesoro de la Sagrada Escritura.
Mn. Armand Puig i T�rrech
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