Comunità di S.Egidio


 

13/07/2003


Una esperanza para �frica
La comunidad de San Egidio comienza a tratar el sida en Mozambique para demostrar que tambi�n los pa�ses pobres pueden combatir la epidemia

 

Lisetta ya apareci� en las p�ginas de este diario a finales de 2001. Su testimonio era el de una joven superada por una enfermedad, el sida, que se hab�a llevado a su marido y a su hijo de meses. Vencida, repudiada por sus familiares y carcomida por el virus, esta joven mozambique�a esperaba la muerte sentada en su chabola de Maputo. Pero las cosas cambiaron. Lisetta no muri�. Tampoco es la misma. Hoy trabaja, sale a divertirse, se ha casado de nuevo y, con su peque�o salario, mantiene a los siete miembros de su nueva familia.

Esta joven de 22 a�os puede considerarse privilegiada. Pese a ser seropositiva y vivir en el continente donde 30 millones de personas esperan morir por esta enfermedad, Lisetta tiene esperanza. Y es que esta joven toma religiosamente las dos pastillas diarias que la mantienen con una salud de hierro. Estos f�rmacos, los antirretrovirales, tan populares en el mundo rico, son un lujo inasequible para la mayor parte de africanos, pero no para ella, que ha podido acogerse a un innovador programa de la ONG italiana Comunidad de San Egidio.

Esta organizaci�n, laica pero bien conectada con la Curia vaticana, pretende demostrar que se puede tratar el sida en �frica y que la falta de infraestructuras no es un impedimento insalvable para proporcionar los f�rmacos. Sus responsables defienden que si en Espa�a los fallecidos por sida no son m�s de 3.000 al a�o, no se puede justificar que en Mozambique, con la mitad de poblaci�n, �stos sean 60.000.

Mario Marazziti, secretario general de San Egidio lo tiene claro: �S�los no podemos combatir el sida en este continente pero s� podemos ayudar a erradicar el peor mal que le afecta: el afropesimismo�. Y es que este es el estado de �nimo que ha caracterizado la lucha contra el sida y la pobreza en �frica los �ltimos a�os. Un exceso de pesimismo que no lleva a ninguna parte.

��frica se merece tener esperanza�, explica Marazziti al mostrar los primeros resultados. Desde que el tratamiento comenz�, en 2001, un millar de personas han comenzado a recibir antirretrovirales y 200 mujeres embarazadas y seropositivas han dado a luz ni�os sanos. Son cifras irrisorias, pero nada despreciables para un pa�s en el que la mitad de la poblaci�n no puede ir nunca al m�dico y el sida afecta al 16% de la poblaci�n, el doble seg�n las ONG.

Los primeros tratados son mayoritariamente mujeres embarazadas. �Se trata de cortar la epidemia; tratando a la madre se impide que el beb� nazca infectado y puede salvarse toda una familia�, explica Giuseppe Liotta, director m�dico del proyecto de Sant Egidio. Y es que la mujer es el aut�ntico pilar de las familias africanas, la que cuida de los hijos, de los ancianos, del marido y de los enfermos, que cada vez son m�s.

Como en casa de Julia, una mujer seropositiva de cuarenta a�os que, gracias al tratamiento se ha convertido en una instituci�n social. Su marido muri� de sida, como sus hijos. Pero en su casa sigue habiendo muchos ni�os. �Son los hijos de mi hermana y de una vecina... ellas murieron�. Tambi�n se ocupa de tres ancianos y de uno de sus cu�ados, tambi�n enfermo. �Si muere Julia, mueren todos�, explica Aurelio Samboa, uno de los trabajadores del hospital de Machava, que est� convencido de que ning�n esfuerzo es suficiente para preservar los peque�os n�cleos de resistencia en que se han convertido las familias africanas.

Este joven lleva los f�rmacos antirretrovirales a Julia una vez al mes y, de paso, echa una ojeada a su vivienda, comprueba que tenga agua y comida suficiente. Atenci�n a domicilio en un barrio de chabolas y en un pa�s donde el estado s�lo llega a invertir ocho euros al a�o en la salud de cada uno de sus habitantes.

Y las dudas acechan. �Es posible tratar el sida en este marco? �Es l�gico destinar dinero a la compra de antirretrovirales para un pa�s donde cinco millones de personas no pueden ni comer? �No tiene �frica problemas igual de importantes que el sida pero m�s f�ciles de resolver? Los impulsores del proyecto de San Egidio defienden a ultranza su proyecto, pese a saber que, la ONU mantiene que la prevenci�n �l�ase preservativo- debe ser la principal arma para combatir el sida en �frica.

Mario Marazziti cree que con el cond�n no basta y que el resto de problemas de �frica no pueden ocultar la devastaci�n social que causa el sida. Colegios cerrados por falta de maestros, campos sin cultivar y pueblos que se vac�an. ��frica necesita comida, s�, pero no se le puede negar el tratamiento del sida. Sino no hay salida�. Adem�s, defiende que el tratamiento que ellos est�n dando en los hospitales donde colaboran es f�cil de suministrar y que cuesta menos de un euro por persona y d�a.

�Se puede tratar el sida en �frica, lo estamos haciendo y lo haremos tambi�n en Guinea Bissau y Malawi; necesitamos que m�s ONG e instituciones se atrevan a hacer lo mismo y conseguir la gratuidad de los f�rmacos de una vez por todas�, asegura este italiano.

M�dicos sin Fronteras tambi�n han iniciado algunos proyectos de tratamiento en Mozambique, aunque a escala m�s peque�a. Varios gobiernos africanos tienen esperanza de hacer lo mismo con la ayuda de la ONU, de las farmac�uticas y de los pa�ses ricos. Esperan de �stos una colaboraci�n activa. M�s soluciones y menos discursos como el de George W. Bush el pasado jueves en Botsuana, donde, en lugar de hablar de f�rmacos gratuitos, prefiri� citar otra palabra: �compasi�n�.

Miquel Noguer