Comunità di S.Egidio


 

26/12/2003

Una Navidad solidaria
Varias parroquias dieron de comer a los pobres en el interior del templo
M�s de 600 personas disfrutaron ayer del almuerzo de Navidad en tres iglesias
Muchos sacerdotes y voluntarios compartieron la Nochebuena con necesitados
La Comunidad de San Egidio organiz� encuentros en todo el mundo
Propuestas de reinserci�n laboral

 

Muchas iglesias, en la Argentina y en el mundo, abrieron sus puertas en la Navidad para cenas o almuerzos en las que voluntarios sirvieron la comida a familias pobres, deambulantes, gente sola y abandonada.

La Comunidad de San Egidio, movimiento de laicos cat�licos surgido en Italia, organiz� ayer tres almuerzos, para m�s de 600 personas, junto con las parroquias de Nuestra Se�ora del Carmen (Rodr�guez Pe�a 840), de la Merced (Reconquista 207, en el microcentro) y San Pedro (Quinquela Mart�n 1151, en La Boca).

En la Nochebuena, la Arquidi�cesis de Buenos Aires organiz� comidas en el santuario de San Cayetano, de Liniers, y en las parroquias Nuestra Se�ora del Socorro (Retiro); Patrocinio de San Jos� (Recoleta); Santa Cruz (Balvanera), y Nuestra Se�ora de Caacup� (Barracas), entre otras.

Un ambiente alegre, sereno, de buenos modos y dicha compartida se palpaba en la parroquia del Carmen.

Unos 30 voluntarios de San Egidio, Caritas y el grupo San Francisco de As�s de la parroquia prepararon todo para m�s de 200 personas que ocuparon 16 mesas, sentadas en los bancos de la iglesia.

Con el fondo del altar y el pesebre, compart�an el momento varios ancianos de un hogar de Tapiales; unos cien deambulantes, familias ayudadas por Caritas, diez ancianos de La Boca a quienes los de San Egidio visitan en sus casas cada semana y miembros del grupo San Francisco, gente que estaba en la calle y busca reinsertarse en el trabajo. A quienes se acercaron tarde se les dijo: "Que entren todos".

Se sirvi� tarta de verduras, lasagna rellena y ensalada de frutas, gaseosas y agua mineral. No hubo alcohol, salvo para el brindis final con sidra y pan dulce. Alejandra Fern�ndez, de San Egidio, pidi� aplausos para los cocineros de la pasta italiana. Era un equipo de cinco personas del restaurante Filo, de San Mart�n 975. "Nos enorgullece trabajar para ustedes", dijo el responsable del restaurante, Deni De Biaggi, entre aplausos.

Jes�s, entre los pobres

"Jes�s nace entre los m�s pobres: hay que atenderlos bien", coment� a LA NACION Cecilia Paladino, m�dica pediatra, que este a�o fue un mes como voluntaria a Mozambique, donde la Comunidad de San Egidio impulsa el proyecto "Dream" (sue�o), contra el virus HIV, en circunstancias que en la Argentina, en lo peor de la crisis, ni podemos imaginar, seg�n sus palabras.

Cecilia cuenta que esta costumbre de servir una comida de Navidad a los pobres la inici� el p�rroco de Santa Mar�a, en el Trastevere de Roma en 1982, con 15 personas. Este a�o, San Egidio ofreci� all� la cena de Nochebuena a 500 pobres; asistieron el cardenal franc�s Roger Etchegaray y el alcalde de Roma, Walter Veltroni.

San Egidio sirvi� en esta Navidad 12.000 comidas en Italia, y en otros pa�ses organiz� encuentros similares. El arzobispo de Mil�n, cardenal Dionigi Tettamanzi, almorz� ayer con cien pobres y visit� una c�rcel, donde ofici� misa y dio regalos a los hijos de los presos. "El hu�sped tiene que ser tratado como Jes�s", dijo el obispo de Perusa, Giuseppe Chiaretti, quien almorz� en la catedral con 300 personas que viven la calle.

En la parroquia del Carmen, en Buenos Aires, no falt� la m�sica. Nelly V�zquez, cantante de tangos, se acerc� y enton� con vibraci�n varias piezas. Tambi�n hubo un Santa Claus, con regalos, a la vez que se contaba la historia del santo que dio origen a la figura de Pap� Noel: San Nicol�s de Bari. Los hombres recibieron m�quinas y crema de afeitar; las mujeres, cremas y champ�; los chicos, galletitas.

Jos� Espino, de 37 a�os, ve�a a sus cinco chicos contentos con sus regalos. Hace tres a�os perdi� su trabajo en seguridad en la cl�nica Favaloro. Vive en un bald�o c�ntrico, sin agua. Con el cart�n que junta apenas le alcanza para la comida, pero quiere que sus chicos estudien. Tiene tres en la escuela y uno es segunda escolta de la Bandera. No tiene el plan Jefas y Jefes de Hogar -"si no entr�s por la pol�tica, no hac�s nada"-. A su lado, Liliana Ullerup -que tiene ese plan y cumple 15 horas semanales de trabajo en el gobierno local-, dijo: "Para m� es un regalo ser atendida as�, en la casa de Dios".

Un proyecto integral

El p�rroco del Carmen, presb�tero Ricardo Larken, no quiere quedarse en el asistencialismo; promueve la capacitaci�n y la reinserci�n laboral de quienes est�n en la calle. "Hay gente que pudo salir -apunt� Mercedes, una voluntaria-; otra que quiere y no puede y otra que ni quiere ni puede." Pero ya hay 60 personas que cambiaron su situaci�n.

"Yo viv�a en la calle", cont� Francisco Zorzoni, de 57 a�os. "Aqu� tuvimos asistencia social, psicol�gica y m�dica. Nos capacitaron en computaci�n en la UCA y en alba�iler�a en la Fundaci�n Uocra. Formamos una miniempresa de servicios para la construcci�n. Somos una empresa de construcciones atendida por sus due�os", bromea, y saca a relucir su celular: 15-5220-4290.

"Puedo pagar el hotel, comer y ayudar a otros -explic�-. No tengo creencias religiosas, pero �sta es mi casa; estoy integrado en una gran familia. Interpreto lo que es servir al pr�jimo. Me siento contento cuando me llaman para ayudar en Navidad."