Comunità di S.Egidio


 

31/12/2003


Navidad solidaria

 

La celebraci�n de la Navidad tuvo este a�o, en la Argentina, un fuerte sello de espiritualidad solidaria. En diversas iglesias de Buenos Aires -cat�licas y de otros cultos- se tendieron mesas y se sirvieron almuerzos, de los que participaron personas necesitadas de asistencia y apoyo.

En algunas parroquias los almuerzos y las cenas de Nochebuena fueron servidos en el propio templo, donde los bancos que habitualmente ocupan los feligreses fueron sustituidos por largas mesas con platos y cubiertos. En el caso de las iglesias cat�licas, el hecho de que los templos se convirtieran en improvisados comedores adquiri� un hondo significado simb�lico: el alimento sacramental o eucar�stico que fortalece el esp�ritu del comulgante fue complementado en esta ocasi�n por el alimento cotidiano que devuelve al ser humano las energ�as para afrontar la vida. El mismo �mbito en el cual se celebra diariamente la ceremonia de la Misa sirvi� para que grupos de comensales compartieran, en alegre tertulia, la cena navide�a. La integraci�n del cuerpo y el esp�ritu se consum�, una vez m�s, entre los muros de la casa de Dios y en las cercan�as del altar en el cual se consagran el pan y el vino.

La costumbre de tender mesas para los pobres o los necesitados en el propio templo fue difundida con vigor a partir de una iniciativa adoptada en 1982 por una parroquia del Trastevere de Roma. La Comunidad de San Egidio, el conocido movimiento de laicos surgido en Italia en la d�cada del 70, fue el impulsor de esa tradici�n, que este a�o se manifest� con especial fuerza en las iglesias porte�as. Voluntarios de Caritas, de San Egidio y de otras instituciones tuvieron a su cargo los preparativos para que los templos se adaptaran a esa finalidad solidaria. En algunos casos, los invitados recibieron no s�lo alimentos sino tambi�n regalos, a cargo de pr�digos visitantes revestidos con los simb�licos atuendos de Pap� Noel, de Santa Claus o de San Nicol�s, seg�n las distintas tradiciones que la religiosidad popular impulsa en cada regi�n del mundo.

En Italia, la Comunidad de San Egidio sirvi� en esta Navidad 12.000 comidas. En Buenos Aires, el movimiento uni� sus esfuerzos con otras organizaciones para asegurar que el mayor n�mero posible de personas en situaci�n de pobreza o marginalidad tuvieran su asiento en la mesa navide�a.

El gesto de reunir a los pobres en almuerzos o cenas no fue exclusivo de una determinada instituci�n religiosa. Al contrario, fue compartido, una vez m�s, por los diferentes cultos. El di�logo interreligioso se manifiesta hoy en el mundo con creciente intensidad y los puntos de encuentro entre los distintos credos tienden a multiplicarse. Y, en todos los casos, los signos de la fe se reconocen cada vez con m�s intensidad en el fortalecimiento del esp�ritu de solidaridad social.