Comunità di S.Egidio


 

24Horas libre

08/05/2004


Juan Pablo II: fe cristiana es el presente y el futuro de Europa
El Papa Juan Pablo II afirm� en un mensaje que la fe cristiana representa, no s�lo el pasado de Europa, si no "tambi�n el presente y el futuro".

 

En un mensaje enviado al encuentro "Juntos para Europa", que se est� celebrando en Stuttgart, Alemania, el Pont�fice dijo que la integraci�n europea ha tenido desde el comienzo el apoyo de la Santa Sede, y encuentra en el di�logo ecum�nico una v�a para desarrollar "una identidad europea fundada en la fe cristiana".

Hablando de las ra�ces cristianas a los miles de j�venes de todas las confesiones cristianas reunidos en la ciudad alemana por movimientos y grupos como la Comunidad de San Egidio y los Focolarinos, Juan Pablo II destac� que "Europa no puede pensar solo en s� misma y limitarse a su bien dentro de sus fronteras".

Seg�n el Papa, Europa est� llamada a "servir al mundo, en particular a sus regiones m�s pobres y olvidadas, como en primer lugar el Africa".

Se trata de un desaf�o que necesita "del esfuerzo y del entusiasmo de los cristianos", sobre todo de los j�venes.

Recordando que "el proceso de unificaci�n europea surgi� de la amarga derrota humana causada por la segunda guerra mundial", el Papa record� que los "padres" de Europa en su mayor�a "estaban plasmados por la fe cristiana".

Y "desde el comienzo la Santa Sede sostuvo la integraci�n europea destacando que el �xito duradero de tal uni�n deber�a estar vinculada al cristianismo como un factor suyo de identidad y unidad".

Refiri�ndose al encuentro de Stuttgart, Juan Pablo II dijo en el mensaje escrito en alem�n que los miembros de los movimientos espirituales demuestran su confianza en el futuro de una Europa iluminada por el Evangelio, que tiene como herencia las tantas v�ctimas de las persecuciones del siglo XX: "Esta herencia -agreg�- debe reforzar en los cristianos europeos el anhelo de unidad y el esfuerzo com�n para la obra de evangelizaci�n".

Sin mencionar la cuesti�n de insertar las ra�ces cristianas en el texto de la constituci�n europea, el Papa record� sin embargo que el acercamiento al Evangelio "ha significado a menudo para enteros pueblos la formaci�n de una �nica �rea cultural unida por la misma suerte hist�rica, como la que luego tom� el nombre de Europa".

Juan Pablo II concluy� diciendo que "la nueva evangelizaci�n da un alma a Europa y ayuda al Continente a no seguir viviendo solo para s� mismo y en los l�mites de sus fronteras, si no para construir una sociedad m�s humana que respete la vida, y para realizar una presencia generosa en el escenario del mundo".