Del 5 al 7 de septiembre de este a�o se realiz� en Mil�n el encuentro �Hombres y Religiones�, bajo el auspicio de la Arquidi�cesis de esta ciudad y de la comunidad de San Egidio, el cual concluy� con un llamamiento a la paz algunas de cuyas ideas voy a transcribir en esta columna, pues creo pueden servirnos de reflexi�n iluminadora en la b�squeda de soluciones para nuestro conflicto interno.
�Nuestro mundo parece haber olvidado que la vida humana es sagrada�. Y como esta afirmaci�n la confirman, sin duda, las acciones de la mayor�a de los actores del conflicto colombiano, ser�a bueno poder concluir que �es el tiempo de tener valent�a para vivir un nuevo humanismo�.
Si el hombre supiera leer los signos de los tiempos -esas se�ales que vive el mundo de hoy y que infortunadamente muchos interpretan para sus propios fines- entender�a que el mismo Dios nos est� indicando un nuevo camino que tenemos que asumir con valent�a y que no es otro que el de la paz, pues el nombre de Dios es paz.
Quien usa la violencia para alcanzar sus objetivos est� desacreditando su propia causa, al igual que quien usa el nombre de Dios para bendecir sus actos de guerra o de terrorismo, maldice tambi�n la causa por la que lucha. Con el miedo y la violencia el g�nero humano corre el riesgo de su autodestrucci�n y es as� como termina entreg�ndose al mal que deseaba combatir.
Hay entonces que aprender a ver m�s all� de la resignaci�n y del miedo, de la angustia y del temor que experimentan hoy muchos corazones. Hay que acudir a ese di�logo interior del hombre con Dios. Hay que buscar en el silencio absoluto ese espacio de encuentro de lo �ntimo. Hay que asumir la responsabilidad de uno mismo para poder abrirse a lo que sienten los dem�s. Hay que escuchar m�s. Hay que persistir en el di�logo, pero sobre todo, hay que orar.
�El di�logo es el camino que da un futuro al mundo, pues permite a los hombres vivir juntos. El di�logo no deja indefensos. El di�logo protege. El di�logo nos lleva a ver lo mejor del otro y a apoyarnos en lo mejor de cada uno. El di�logo hace del extra�o un amigo. El di�logo nos libera del demonio de la violencia. El di�logo es el arte de los valientes que cura las heridas de la divisi�n y regenera profundamente nuestra vida�.
S�, ahora es el tiempo para los valientes, para los que s� quieren apostar por el hombre y la mujer del ma�ana, para los que quieren reivindicar a Colombia permiti�ndole avanzar hacia el futuro. Es el momento de despojarnos de los temores y las angustias, de los miedos y las frustraciones. Es el momento de creer, de tener fe. Es el momento de recuperar la dignidad humana y de pensar en los dem�s. Es la hora de confiar en Dios.
Con el convencimiento de que la violencia es un fracaso para todos, persistamos en el di�logo con Dios y con el hombre. Un di�logo franco y de coraz�n que nos permita acabar con el resentimiento que produce la injusticia y la violencia. Un di�logo que nos lleve a construir el camino maravilloso que conduce a la paz.
Jorge Humberto Cadavid
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