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02/01/2005 |
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Ciudad del Vaticano� El Papa Juan Pablo II elogi� ayer la ola de solidaridad en el mundo entero hacia los pa�ses castigados por el cataclismo en Asia, en la que crey� ver una raz�n de esperanza para el futuro en el amanecer de este nuevo a�o. �Dirijo una vez m�s mis pensamientos a las poblaciones golpeadas por el tr�gico cataclismo de estos �ltimos d�as�, declar� el anciano Papa polaco durante la oraci�n del Angelus. Juan Pablo II comenz� el a�o celebrando, a medianoche, una misa en su capilla privada para las v�ctimas de la cat�strofe. Desde la ventana de sus apartamentos que dan a la plaza de San Pedro, donde se congregaron 40 mil fieles bajo el sol, el Sumo Pont�fice reiter� que rezaba por las v�ctimas de la cat�strofe y sus familias y �tom� acta con satisfacci�n del movimiento de solidaridad que se desarrolla en todo el mundo�. �Este sentido de la solidaridad humana, adem�s de la ayuda de Dios, permite esperar d�as mejores en el a�o que comienza hoy�, prosigui� el Papa que en los �ltimos d�as pidi� una movilizaci�n de la comunidad internacional para ayudar a los siniestrados. El p�blico era especialmente numeroso en la plaza San Pedro para este primer Angelus del a�o 2005, que el papa dedic� a la paz. Entre los presentes, m�s de 20 mil hab�an participado en una manifestaci�n organizada por la comunidad cat�lica Sant�Egidio con ocasi�n de la 38� Jornada Mundial de la Paz, organizada por la Iglesia Cat�lica cada 1 de enero. Juan Pablo II hab�a dirigido previamente �un saludo especial a los embajadores de los pa�ses particularmente castigados por el espantoso cataclismo que se abati� sobre ellos� durante la tradicional misa que presidi� por la ma�ana con motivo de esta jornada. En su homil�a, el Papa, que parec�a estar en buena forma, exhort� al mundo a �construir la paz� mediante el di�logo, la justicia y el perd�n. La Jornada Mundial de la Paz, dijo, es �una invitaci�n a los cristianos y a todos los hombres para que reafirmen su voluntad de construir la Paz�. �Frente a las m�ltiples manifestaciones del mal que azotan desgraciadamente a la familia humana, la exigencia prioritaria es promover la paz utilizando medios coherentes, dando importancia al di�logo, a las obras de justicia y educando para el perd�n�, agreg� Juan Pablo II, de 84 a�os y enfermo de Parkinson. �Queridos hermanos y hermanas, promover la paz en la tierra es nuestra misi�n com�n�, agreg� el papa invitando a cada uno �a derrotar el mal con las armas del amor�. Durante la misa, concelebrada por varios prelados, entre ellos el secretario general del Vaticano, Angelo Sodano, se dedic� una oraci�n al terrorismo pidiendo a Dios que �madure en los que se libran a la violencia terrorista (...) la conciencia de que la violencia nunca resolver� los problemas de la dignidad, de la vida y de la libertad de los seres humanos�.
Philippe Sauvagnargues
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