Comunità di S.Egidio


 

REFORMA

04/07/2005


Crece agrupaci�n de paz y esperanza

 

ROMA.- La Comunidad de Sant�Egidio, movimento creado en 1968 por adolescentes italianos empe�ados en aplicar la doctrina social de la Iglesia, se ha

transformado en una multinacional de paz y esperanza.

El grupo fundado por el historiador Andrea Riccardi es escuchado por el Papa, recibido en Washington por el Secretario de Estado y postulado a�o tras a�o al Premio Nobel de la Paz. Ahora Benedicto XVI les confi � una de las misiones imposibles de su Pontificado: negociar el acercamiento con China, uno de los pocos pa�ses con los que

el Vaticano no tiene relaciones.

En el viejo monasterio de Piazza di Sant�Egidio, cuartel general del movimento en el barrio romano de Trastevere, Riccardi explic� a REFORMA c�mo se combate la pobreza y negocia la paz con el Evangelio en la mano.

A la Comunidad de Sant�Egidio la llaman �la ONU de Trastevere� porque ayuda a los pobres, negocia acuerdos de paz, hace campa�as contra el sida y la pena de muerte. La comparaci�n no parece tan disparatada.

Nacimos a la luz del Evangelio para trabajar con los pobres, emigrantes, ancianos,

ni�os y personas inv�lidas de Roma. Con el tiempo nuestras comunidades se extendieron a otras partes del mundo, entre ellas la Ciudad de M�xico.

Pero quiz�s Sant�Egidio es m�s conocida por sus acciones de paz, como las negociaciones que terminaron en 1992 con la guerra que dej� un mill�n de muertos en Mozambique. Esto nos vali� un poco la comparaci�n con la ONU.

A Sant�Egidio llegan personas sin hogar y tambi�n Cancilleres o l�deres africanos en busca de paz.

�Se transformaron en una agencia diplom�tica?

Creo que no. Sant�Egidio est� formada por cristianos que trabajan por los pobres y �por lo tanto� contra la guerra, porque estamos convencidos de que la guerra es la madre de todas las pobrezas. El problema es que para abolir la guerra no basta decirlo, es necesario sentarse a hablar con quien hace la guerra.

Sant�Egidio insiste en el di�logo. Pero �d�nde interviene la religi�n?

El di�logo es el pan cotidiano de una realidad plural, es un hecho t�pico de la democracia. Sin embargo, tambi�n es un hecho cristiano. La enc�clica Ecclesiam Suam de 1964 Pablo VI dice: �la Iglesia se hace palabra; la Iglesia se hace mensaje; la Iglesia se hace coloquio�.

�C�mo se negocia la paz desde el cristianismo?

Hemos propuesto el m�todo de Juan XXIII: buscar lo que une y dejar a un lado lo que divide. Es un gran m�todo diplom�tico. Dejar de lado lo que divide no quiere decir negar las diferencias. Est� claro que en el plano religioso puedo tener una fe diferente a la suya, pero eso no quiere transforma en su enemigo.

El di�logo interreligioso, en particolar con el Islam, es mencionado como uno de los grandes retos del cristianismo. �Est� de acuerdo?

S�, es muy importante porque las religiones padecen hoy la patolog�a del fundamentalismo que puede degenerar en el terrorismo. Hay una horrible frase de Osama bin Laden, que dice: �ellos quieren el di�logo, nosotros respondemos

con la muerte�. �Basta dialogar para que cristianismo e Islam superen la desconfi anza? Los confl ictos uno los lleva dentro. Recuerdo que una vez estaba en la Bas�lica

de la Virgen de Guadalupe y vi un grupo de muchachos vestidos de rojo que representaban una batalla contra un grupo de muchachos vestidos de azul. Les pregunt� qu� hac�an y me dijeron que los de azul eran cristianos y los de rojo eran turcos.No s�lo debemos fomentar el di�logo entre los l�deres religiosos, sino que

debemos introducir el gusto del di�logo entre la gente de la calle.

El principal campo de acci�n de la comunidad es �frica. �Qu� importancia

le dan a Am�rica Latina?

Sentimos muy de cerca los problemas de Am�rica Latina. Estamos presentes en Argentina, Bolivia, Cuba, Ecuador, Guatemala, M�xico, Per� y El Salvador. Hay un Sant�Egidio latinoamericano.Creemos que entre Am�rica Latina y Europa hay una profunda conexi�n cultural y religiosa Am�rica Latina est� destinada a jugar un gran papel internacional y tambi�n en la Iglesia cat�lica, pero me pregunto si en general Europa en los �ltimos 15 a�os no ha olvidado a Am�rica Latina.

�Qu� opina de la situaci�n social en M�xico?

Tengo la sensaci�n de que existe por una parte una gran pobreza y por otra una cultura mestiza capaz de integrar a las personas. Si uno va a Guatemala,por ejemplo, queda impresionado de la apartheid entre blancos e indios. La sociedad mexicana muestra, en cambio, capacidad de integraci�n y por lo tanto de desarrollo.

�Es posible ponerse del lado de los pobres sin ser etiquetado pol�ticamente?

Antes dec�an que no se pod�a trabajar con los pobres si no se era marxista,

pero lo cierto es que hoy casi nadie trabaja con los pobres. Estoy convencido

que un trabajo generoso con los pobres requiere gran fi delidad y valores que

pueden ser humanos o evang�licos.

Pero es cierto que incluso dentro de la Iglesia hay diferentes frecuencias. �D�nde se sit�a Sant�Egidio?

No me gusta definirme en relaci�n a los dem�s, entre otras cosas porque a

menudo los otros cambian. Izquierda y derecha no signifi can mucho. A inicios

del 900 en Italia hubo cat�licos que empezaron siendo de izquierda y acabaron siendo fascistas. Los tiempos cambian y las referencias tambi�n.

�Quiere decir que izquierda y derecha son conceptos superados?

En el mundo del cristianismo s�. A m� lo que me interesa es seguir trabajando sobre el problema de la pobreza, la paz y la guerra en el mundo.

Sant�Egidio es fi el a los problemas como el sida. Nosotros no nos presentamos a las elecciones, esa es nuestra debilidad y tambi�n nuestra fuerza.

�Cu�nto idealismo queda entre sus miembros, a 37 a�os de su fundaci�n?

Comenzamos con un idealismo adolescente, pero creo que no perdimos la voluntad

de cambiar algunas situaciones porque somos personas de fe y hemos visto que algunas situaciones son intolerables.

No s� si somos m�s pesimistas o optimistas, somos m�s realistas.

�Sue�a con ganar el nobel de la paz?

Acabamos de ganar el Premio Balz�n, el mismo que dieron a Juan XXIII, que

consiste en el doble de dinero que el Nobel y nos permitir� lanzar un programa

en Guinea. El Nobel es �ptimo, pero no pensamos en �l.

Esteban Israel