Comunità di S.Egidio


 

29/10/2006


Benedicto XVI y el encuentro interreligioso de As�s

 

SE CUMPLE ESTE A�O EL VIG�SIMO aniversario de la plegaria interreligiosa por la paz, promovida por Juan Pablo II y celebrada en As�s el 27 de octubre de 1986. Hace, pues, veinte a�os de aquel acontecimiento, en el que, en torno del Santo Padre, participaron cristianos de diversas confesiones y exponentes de las principales religiones del mundo. La iniciativa se revel� como un hecho destinado a dejar una fuerte impronta.

Los d�as 4 y 5 del pasado septiembre, en la misma ciudad de san Francisco, se conmemor� este vig�simo aniversario con un nuevo encuentro, bajo el lema "Por un mundo de paz, religiones y culturas en di�logo". En diversas mesas redondas se trat� una amplia tem�tica relacionada con la paz en el mundo y la aportaci�n de las religiones a ella.

Cuando los conflictos y las tensiones son frecuentes, especialmente por razones religiosas, tiene una importancia especial revivir este esp�ritu de As�s. Como dijo Andrea Riccardi, "hacer que crezca un alma de paz en nuestro mundo no es en modo alguno una cosa evidente, como se podr�a pensar�. El fundador de San Egidio tambi�n record� el testamento de Juan Pablo II: "Las religiones siempre tienen una funci�n a realizar en favor de la paz". Y el cardenal Poupard, nuevo presidente del Consejo Pontificio para el Di�logo Interreligioso, afirm� que "no hay que esperar la llegada de una crisis para comenzar a construir unas relaciones amistosas entre los creyentes de las diversas religiones".

Fue recibido con mucho inter�s el mensaje enviado a este encuentro interreligioso por Benedicto XVI, en el que califica la iniciativa de su predecesor como un gesto prof�tico. Y dice que "a nadie le es l�cito asumir el motivo de las diferencias religiosas como un presupuesto o como un pretexto para tomar una actitud belicosa hacia los dem�s seres humanos". Alude al "triste fen�meno de las guerras de religi�n", para a�adir que "estas manifestaciones de violencia no se pueden atribuir a la religi�n como tal, sino a las limitaciones culturales con que �sta es vivida y se desarrolla en el tiempo".

En la �ltima parte de su mensaje, el Santo Padre sale al paso de las interpretaciones relativistas de aquel primer encuentro de hace veinte a�os y de los que le han seguido. El esp�ritu de As�s no es un sincretismo, como si todas las religiones fuesen iguales, o como si en estos encuentros hubiera que consensuar un proyecto de doctrina o de acci�n. La oraci�n que se hace en estos encuentros, la hace cada una de las religiones seg�n su propia tradici�n e identidad. La convergencia de las diversas religiones y su compromiso en favor de la paz y la convivencia en una sociedad pluralista - como lo es cada vez m�s la nuestra- "no equivale a caer en aquel relativismo que niega el sentido mismo de la verdad y la posibilidad de alcanzarla", dice finalmente Benedicto XVI en su mensaje.

Lluis Martinez Sistach