|
|
|
 |
|
20/12/2007 |
|
La tradicional plaza Dorrego, en el coraz�n del barrio de San Telmo, fue d�as atr�s el escenario de una jornada musical que adquiri�, por varios motivos, una significaci�n conmovedora. Se trat� de una reuni�n art�stica convocada por la Comunidad de San Egidio como parte de su campa�a mundial en defensa de la vida. Esa campa�a incluye la realizaci�n de jornadas art�sticas en diferentes ciudades del mundo destinadas a recolectar firmas para pedir la abolici�n definitiva de la pena de muerte en aquellos pa�ses que todav�a practican esa modalidad violenta y extrema de represi�n penal. La comunidad de San Egidio -uno de los movimientos cat�licos que m�s intensamente trabajan por la paz, por el ecumenismo y por la defensa permanente de la dignidad humana- ha instituido esta jornada mundial, que se celebra el 30 de noviembre de cada a�o y responde al siguiente lema: "Ciudades por la vida; ciudades contra la pena de muerte". La finalidad es impulsar una cadena universal de pac�ficas protestas urbanas tendientes a subrayar la grave contradicci�n en que incurren algunos Estados cuando causan la muerte de un ser humano con el pretexto de asegurarles a las dem�s personas a la seguridad. La fecha que se ha elegido para este reclamo mundial evoca la primera abolici�n de la pena de muerte por parte de un Estado europeo, dispuesta por el Gran Ducado de Toscana en 1786. El 2 de noviembre �ltimo, la Comunidad de San Egidio entreg� a la Asamblea General de las Naciones Unidas un petitorio con m�s de cinco millones de firmas, recogidas en 153 pa�ses, en el cual se afirma la voluntad de marchar hacia un mundo sin pena de muerte. En una de sus declaraciones en favor de ese reclamo, la Comunidad de San Egidio expresa lo siguiente: "No se puede quitar aquello que no se puede devolver". Y agrega: "El Estado y la sociedad civil no pueden rebajarse jam�s al nivel de quien asesina. Una justicia capaz de estar siempre de parte de la vida marca el camino hacia la reconciliaci�n. Los Estados deben, pues, eliminar la pena de muerte y marchar hacia una justicia sin venganza". En el concierto ofrecido en la plaza Dorrego se present� ante el p�blico el grupo vocal Opus Cuatro, de tan larga y prestigiosa trayectoria y tan entra�ablemente querido por su aporte a la difusi�n de la m�sica popular argentina y latinoamericana. Una vez m�s, el arte y la defensa de la vida se dieron la mano simb�licamente y denunciaron la subsistencia de formas institucionales de violencia que implican un inaceptable avasallamiento de la dignidad humana.
|
|
|
|