MADRID- �Qui�n ha dicho que la Navidad sea f�cil para todos? La Navidad se trata quiz� el momento del a�o donde m�s se notan las ausencias, las soledades y las limitaciones. El d�a de Navidad resulta un d�a duro para muchos, sobre todo para aquellos que no tienen familia o que se encuentran lejos de ella. Apesar de la alegr�a del misterio que se celebra las luces,los villancicos, el turr�n y el champagne, los que se encuentran solos, se sienten m�s abandonados que nunca.
La Iglesia cat�lica conoce bien esa realidad y por eso, los ejemplos de acogida, acompa�amiento y celebraci�n conjunta del d�a de Navidad son muchos.
La Comidad de Sant Egidio comparti� el a�o pasado su tradicional comida de Navidad con m�s de 80.000 personas en todo el mundo. Desde Africa, As�a, Iberoam�rica y Europa, celebran el d�a de Navidad, convirti�ndose en un �gran pesebre, donde quieren acoger al ni�o Jes�s, que est� presente en los m�s pobres�, asegura Tiscar Estigares, responsable de la Comunidad de Sant Egidio de Madrid. Deciden compartir su comida y relagos de Navidad con aquellos que no tienen familia, para que, al menos, puedan celebrarlo con su famlia evang�lica. �Para ellos se trata de un d�a muy especial porque se encuentran formando parte de una gran familia�, a�ade Tiscar.
El a�o pasado la Comunidad de Sant Egidio celebr� una comida de Navidad en Madrid a la que acudieron m�s de 500 personas. Este a�o, han sido m�s de 140 voluntarios y m�s de 600 personas sin hogar en la comida de Navidad celebrada ayer en el Colegio de Mar�a Inmaculada de Madrid. En Barcelona, la misma comida se ha organizado en la Iglesia de San Justo y Pastor y en la Iglesia San L�zaro. Tras la comida, preparada en las propias casas de los voluntarios, cada persona ha recibido un regalo, nuevo, fruto de la solidaridad de muchas personas. Una forma preciosa de celebrar la Navidad.
Los ejemplos cruzan toda Espa�a. En Valencia, enfermos de sida e inmigrantes compartieron la cena de nochebuena con voluntarios de Caritas en sus centros de acogida. Seg�n la agencia Avan, en la �Casa Bel�n 3�, albergue que acoge a m�s de una veintena de inmigrantes sin papeles que se trasladan a Valencia en los meses de invierno para trabajar como temporeros, han compartido, la separaci�n obligada de sus familias con voluntarios de Caritas.
El d�a 24 de diciembre las hermanas de la caridad, las monjas de la Madre Teresa, han organizado, como todos los a�os, una gran comida de Navidad con todos aquellos vagabundos, inmigrantes, drogadictos, prostitutas, ancianos, porque justamente el d�a de Navidad fue cuando el ni�o Jes�s tuvo que nacer en un pesebre, porque no ten�a sitio en la posada. Otro ejemplo de solidaridad y alegr�a compartida son los j�venes de Schoenst�tt que recorren cada a�o los hospitales, cantando villancicos, felicitando la Navidad y animando con bromas y risas a los enfermos y sus familias, que tienen que pasar la nochebuena y la Navidad en un hospital.
En la casa del don de Mar�a detr�s de la madrile�a catedral de la Almudena, el padre Enrique y la hermanan Carmela, celebran un a�o m�s, la noche de Navidad con una misa y un techo con todos aquellos que siguen sin tener sitio en la posada y que tienen que dormir enel suelo en las noches fr�as de invierno.
Luisa Moreno
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