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07/04/2008 |
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En 2002 surgi� en Roma el primer santuario en memoria de los m�rtires de nuestro tiempo; lo quiso hacer Juan Pablo II y lo confi� a la Comunidad de San Egidio, tras una larga investigaci�n que document� cuidadosamente miles de casos. Hoy, Benedicto XVI visitar� ese santuario, en la isla Tiberina, donde se conservan documentos y reliquias de testigos de la fe de este tiempo; entre ellos, el arzobispo Arnulfo Romero, de fuerte pr�dica social, asesinado en El Salvador, cuando oficiaba misa; el cardenal Juan Posadas Ocampo, muerto a balazos por narcotraficantes en el aeropuerto de Guadalajara; el pastor evang�lico Paul Schneider, que se opuso al nazismo por cuesti�n de conciencia, y el monje Sofian Boghiu, que pag� con su vida el haber resistido al totalitarismo comunista en Rumania. Tambi�n se conserva una Biblia que era de Floribert Bwana Chui, un miembro de San Egidio en la Rep�blica Democr�tica del Congo, de 21 a�os, que velaba por chicos de la calle y participaba de la oraci�n en una escuela de paz. En junio de 2007 fue torturado y muerto por no haberse plegado a intentos de corrupci�n y haber impedido como funcionario de aduana la entrada de partidas de arroz en mal estado. "La salud de la gente vale m�s que el dinero", dijo ese joven. La fuerte repercusi�n de su muerte interrumpi� una cadena de otros homicidios perpetrados por sus asesinos. * * * En tanto, en una reuni�n de prensa, realizada en el auditorio de Tea Imagen, saltaron hechos de violaci�n de derechos humanos en China, pa�s que se prepara para albergar las Olimp�adas, m�s all� del eco de los disturbios en el T�bet. El periodista mexicano Felipe de la Concha Medina se refiri� a la persecuci�n de sacerdotes cat�licos en Habei, sentenciados a trabajos forzados "por perturbar la paz de la sociedad", al celebrar la Semana Santa. Cit� el arresto de 100 religiosos cristianos y la destrucci�n de una iglesia en Zhehiang. Y abund� en la persecuci�n a los miembros de la comunidad espiritual Falun Gong. Dijo que los disidentes padecen una "constante violaci�n de sus derechos humanos por parte de la vieja dictadura del Partido Comunista, a la cual el haber adoptado una v�a capitalista -un capitalismo salvaje y esclavista- no deber�a lavarle la cara en Occidente". El periodista argentino Mart�n Berm�dez dijo que Falun Gong no cuenta con un medi�tico Dalai Lama y quiz� por ello no hallan m�s eco sus denuncias sobre el tr�fico de �rganos de sus prisioneros. El profesor Juan Michel Fari�a, de la c�tedra de Etica y Derechos Humanos de la UBA, se pregunt� c�mo transmitir el horror y mostr� escenas de pel�culas sobre experimentos de eugenesia de los nazis. El paralelo con los Juegos Ol�mpicos de 1936 en la Alemania de Hitler estuvo presente cuando habl� David Kilgour, ex secretario de Estado de Canad�, parlamentario durante 25 a�os, quien se�al� que habl� con miembros de Falun Gong que lograron escapar de campos de trabajo forzados, que estim� similares a los de Stalin en Rusia y Hitler en Alemania. El jueves �ltimo, simpatizantes de Falun Gong se manifestaron ante la Legislatura; recibieron amenazas de individuos de facciones chinas, que documentaron fotogr�ficamente.
Jorge Rouillon
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