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08/04/2008 |
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EN LA IGLESIA DE SAN BARTOLOM�, EN ROMA |
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El Papa Benedicto XVI sostuvo este lunes que en el siglo XXI "la convivencia fraterna, el amor, la fe, las elecciones en favor de los m�s peque�os y pobres propuestas por los cristianos provocan a veces una aversi�n violenta" y agreg� que "tambi�n este siglo XXI se abri� bajo el signo del martirio". El pont�fice hizo esta afirmaci�n durante la homil�a en celebraci�n por los m�rtires de los siglos XX y XXI en la iglesia de San Bartolom�, en la isla del r�o T�ver, en el casco viejo de Roma. Joseph Ratzinger, recorriendo idealmente los seis altares de la iglesia romana dedicada a los m�rtires no s�lo cat�licos, record� a "cristianos ca�dos bajo la violencia totalitaria del comunismo, del nazismo, los asesinados en Am�rica, Asia y Ocean�a, en Africa, en Espa�a y M�xico", e invit� a observar "muchos dolorosos casos del siglo pasado". Citando a los "innumerables hombres y mujeres, conocidos e ignotos, que -dijo- en el arco del Novecientos derramaron sangre por el Se�or", el Papa plante� la pregunta: "�Por qu� nuestros hermanos m�rtires no trataron de salvar a toda costa el bien insustituible de la vida, no obstante graves amenazas e intimidaciones?". "La respuesta es dada por la necesidad de testimoniar a Cristo", respondi�. Visto que el cristianismo suscita a veces "aversi�n violenta", Benedicto XVI incit� a la comunidad de Sant'Egidio, a la cual est� confiada la iglesia de San Bartolom�, a seguir en su obra: "Ustedes tambi�n tienen que esforzarse en imitar el coraje y la perseverancia en servir el Evangelio, especialmente entre los pobres. Sean constructores de paz y de reconciliaci�n entre los que son enemigos y se combaten". Maddalena Santoro, la hermana del religioso Andrea, asesinado en Trebisonda (Turqu�a) en 2006, encendi� uno de los cirios durante la ceremonia en San Bartolom�. El pont�fice lleg� a la isla a las 17.30 locales, tras lo cual gui� una oraci�n en la Iglesia y pronunci� la homil�a tras escuchar el saludo de Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de Sant'Egidio, a la cual fue confiada la iglesia y que este a�o celebra 40 a�os de vida. Tras descubrir una l�pida recordatoria, antes de regresar al Vaticano, el Papa salud� en la plaza frente a la Iglesia a los enfermos del hospital Fatebenefratelli, que se encuentra a pocos metros de distancia. Estuvieron presentes en el rito 10 cardenales y 16 obispos. Benedicto XVI, al despedirse de la Comunidad, les agradeci� "la obra apost�lica que llevan adelante, por la atenci�n a los �ltimos, por la b�squeda de la paz que los distingue". Pidi� que "el ejemplo de los m�rtires, que recordamos, prosiga guiando sus pasos, porque son verdaderos amigos de Dios y aut�nticos amigos de la humanidad". Ratzinger record� que la comunidad de Sant'Egidio hizo sus primeros pasos en Roma, en los "a�os dif�ciles despu�s del 68", difundi�ndose en 70 pa�ses y operando "en la caridad y en los esfuerzos de paz". Tambi�n evoc� que fue Juan Pablo II, hace 15 a�os, quien confi� a la comunidad esta iglesia sobre el T�ver, para cultivar el culto de los m�rtires cristianos. La iglesia de San Bartolom�, que re�ne un "memorial de las reliquias de los m�rtires de nuestro tiempo", es uno de los m�s antiguos lugares de culto de la capital italiana, construido por el emperador Ottone III. Desde 2002 en la Isla del T�ver surge el Santuario Memorial que contiene memorias y reliquias de muchos m�rtires, desde el obispo de El Salvador, Oscar Arnulfo Romero, asesinado en el altar por los escuadrones de la muerte en 1980, al cardenal mexicano Juan Posadas Ocampo. Figuran, entre tantos, los recuerdos de los armenios exterminados en masa por los turcos durante la Primera Guerra Mundial, y de las monjas muertas en Africa en 1995 junto a los enfermos de Ebola.
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