En Berlín, en la iglesia de la Santa Familia, donde la Comunidad hace la oración, se celebró el recuerdo de los mártires de los siglos XX y XXI. En la celebración, que estuvo presidida por el obispo evangélico de Berlín, Markus Dröge, participó también el obispo auxiliar católico, Wolfgang Weider. Había varios amigos y algunas familias de la Escuela de la Paz de Nuekoelln, barrio que a menudo sale en las noticias por las dificultades de integración y de convivencia entre las muchas comunidades extranjeras que allí viven, y donde Sant'Egidio está presente desde hace años.
En su homilía el obispo Dröge dijo: "¿Qué ganamos si seguimos a Jesús? Sufrimiento en lugar de compensaciones, cruz en lugar de triunfo, servicio en lugar de dominio. Todo eso es iluminado por el tiempo de pasión que está a punto de empezar en el que los cristianos estamos llamados a centrar nuestra mirada en Cristo, en el Dios que ama, que se ofrece para rescate de todos nosotros. Porque Dios es la esperanza duradera para un mundo que sufre mucho a causa de la violencia, del terrorismo, de la persecución de los cristianos. Debemos recoger la herencia de los mártires para que bebiendo de la fuerza del espíritu podamos anunciar al mundo un nuevo día lleno del amor de Dios". |