El icono representa
la asamblea descrita por el libro del Apocalipsis de San Juan:
"Después miré y había una muchedumbre inmensa, que nadie podría
contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante
del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras
blancas y con palmas en sus manos". Es la historia del siglo XX, no
se trata de la algún cristiano valiente, sino la de un
martirio de masa, como escribe Andrea Riccardi en su libro "El
siglo de los mártires".
Una multitud
de mártires, se dirige alegremente hacia el Cristo, llevando palmas en sus manos
con María, Juan evangelista y Juan Bautista, con los
apóstoles Pedro, Pablo y Andrés, con los santos mártires Bartolomé y
Adalberto a los que está dedicada la Basílica que hoy es lugar de memoria de los
"nuevos mártires" del siglo XX. Debajo, según la visión del libro
del Apocalipsis, los ángeles extienden la tienda de Dios encima de la
tierra. |
En la tierra,
en el centro está representado el lager, como una gran basílica de alambre, el
lugar más alto de oración y de unidad de las Iglesias de Oriente y
de Occidente. Debajo, una ciudad con los muros destrozados representa la fractura
de la cohabitación: son muchos los testimonios de la fe recordados,
desde los armenios, a los cristianos en Argelia, en India, en el Líbano. En una
iglesia desacralizada son asesinados hombres y mujeres mientras rezan:
la figura central es un sacerdote albanés asesinado por haber bautizado un
niño, mientras que por la puerta de la ciudad salen aquellos que han muerto
a causa de marchas extenuantes, como los armenios.
Abajo, a
la izquierda se recuerda la Iglesia Ortodoxa rusa, a través del lager de las
islas Solovki, a la derecha las Iglesias de Occidente: entre otros monseñor Romero
y el padre Puglisi.
Subiendo
a la derecha: los mártires viven hoy la pasión de Cristo. El injusto proceso
(y la memoria principal es la del obispo anglicano ugandés
Luwum); la tortura y el escarnio, la ejecución de la condena a
muerte. Entre los muertos por espada los seminaristas hutus y tutsis que en
Buta, en Burundi, fueron asesinados porque no quisieron separarse
y el padre Alexander 'Men. Entre los fusilados el patriarca de los coptos de Etiopia Abuna
Petros, los mártires de España y México y Zeferino, el mártir gitano
asesinado durante la guerra civil española.
Subiendo a la
izquierda: las obras de los mártires. La oración: en la oscuridad de la
cárcel en Rumania católicos, ortodoxos, baptistas se dividen la
Biblia para aprendérsela de memoria y poderla recitar los unos a los
otros. Un hombre solo en la celda recuerda a los prisioneros en China. La
caridad: Maximiliano Kolbe, y con él los que han dado la vida por los
enfermos, por los hambrientos, por haber acogido a los enemigos. La comunicación del
Evangelio, finalmente, recuerda a todos los misioneros asesinados en cada
continente.
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