Comunità di S.Egidio


 

26/12/2007


El gusto por compartir y ser solidario
La Comunidad de San Egidio sirvi� almuerzos y dio regalos a muchos necesitados

 

En cuatro iglesias de Buenos Aires, personas que viven en la calle, familias necesitadas, ancianos y ni�os de varios hogares compartieron un almuerzo de Navidad que les ofreci� la Comunidad de San Egidio.

En la parroquia del Carmen, Rodr�guez Pe�a 840, unos 80 voluntarios sirvieron pastel de papas, empanadas, ensalada de frutas y pan dulce a 300 personas. Y como en los otros lugares, cada asistente recibi� un regalo con su nombre. Hab�a chicos del hogar de ni�os del Carmen, que funciona al lado de la iglesia, y gente mayor del Hogar de San Jos�, que dirige el sacerdote jesuita Diego Far�s en Moreno 2472.

"Esto no es la soluci�n; tiene que cambiar la pol�tica social", dijo un hombre que vive en la calle y evit� dar su nombre. "No pido que regalen las viviendas, sino que haya trabajo."

Y otro, que de pertenecer a la planta permanente del Instituto Malbr�n pas� a ser contratado, se quej�: "Hay oficios que se perdieron: ebanista, carpintero... Ac� hay que hacer talleres. Y un censo de chicos de la calle, porque no hay 1200; deben ser como 4500".

"Es la primera vez que vengo y me pareci� b�rbaro. Hay todo tipo de gente, una sociedad muy unida", aport�, con visi�n positiva, Doris Mansilla, que dijo tener 33 a�os, seis hijos y sin esposo. Uno de sus chicos, cuando sale del colegio, acude al hogar del Carmen, donde almuerza y estudia durante el d�a. Y las madres tienen all� cursos para capacitarse. Algunas hacen carteras y billeteras de cuero. "Se busca que cada mam� tenga una salida laboral", explic� Doris, y dijo que ella quiere terminar el secundario, que curs� hasta 2� a�o. Est� contenta, por "el apoyo que nos dan para poder salir adelante y no terminar en una plaza". A su lado, asent�a Patricia Alegre, 41 a�os, ocho hijos, que tiene dos nenas en el hogar; all� hace bijouterie y est� por hacer un curso de ingl�s. �Qu� tal esta reuni�n? "Sin palabras. Todo bien", afirm�. Ana Brites lleva al hogar a su hijo Manuel, de siete a�os, y Celina Cruz, a Juli�n, de nueve. Las dos se capacitan en cursos.

En el Carmen, la comida alcanz� "justo, justo". Y cuando lleg� de Escobar, tarde, al cabo de un viaje largo, Carmen Liendro, de 68 a�os, con su nieta Josefina, de 9, Marco Gallo, de San Egidio, prefiri� llevarla en auto a la bas�lica de La Merced, donde 130 personas eran atendidas por 40 voluntarios. Carmen, salte�a, admiti� que este a�o la pas� mal; ten�a una pensi�n graciable, que le sacaron. "Como una no sabe leer ni escribir, no conoce las leyes de este mundo", dijo. Vive con su hija, su yerno y siete nietos. En la Merced, le dieron adem�s unas viandas para llevar. Agradeci�.

En La Merced, varios chicos de la escuela de la Paz, que San Egidio tiene en el barrio de Barracas, representaron el nacimiento de Jes�s. Unos hac�an de angelitos; otros, de los Reyes. Mientras Mabel Scorzo, responsable de la escuela, explicaba que Jes�s y Mar�a no hallaban un lugar y tuvieron que ir a un pesebre con los animales, una chica que hac�a de la Virgen acunaba al Ni�o, Mateo Montiel, de tres meses, que tiene un hermano, Fabi�n, en la escuela de la Paz. Acabada la representaci�n, Mateo tuvo hambre y su mam�, Vanesa, le dio de mamar.

�Qu� hacen los chicos en la escuela de la Paz? "Jugamos, nos divertimos, hacemos las tareas, as� pasamos de grado", dijo Mar�a Luisa Herrera, de ocho a�os, que estudia en la escuela 24, y aclar�: "Ya tengo mi bolet�n, todo bien".

Carolina Sosa Romero de Cuenca, paraguaya, prest� su casa cuando los de San Egidio fueron al barrio y empezaron la escuela con tres chicos. "Yo les dec�a: no tengo lugar, pero con unas sillitas nos arreglamos." Ella les aclar� a los vecinos: "Son cat�licos, igual que nosotros". Y est� feliz de haberlos conocido. "Son mi familia, de coraz�n, porque soy extranjera. Cada vez que vengo soy m�s feliz." A esa escuela fueron sus dos hijos e ir� su nieta. "Cada uno va como es, con lo que tiene, y encuentra comprensi�n, ayuda."

En todo el mundo, esas escuelas buscan formar a los chicos para construir la paz, ante la violencia o la marginalidad, dijo Andrea Poretti, de San Egidio, y estim� que no es casual que el encuentro navide�o se haga en el lugar donde se reza: "Es una gran oraci�n".

Al final, todos se desearon "feliz Navidad". A Ana, de La Plata, no le falta techo ni comida, pero est� sola. Para ella, fue "una Navidad inolvidable".

Jorge Rouillon