Comunità di S.Egidio


 

03/01/2008


Roma atribuye a los vagabundos un domicilio virtual a efectos administrativos

 

El Ayuntamiento de Roma tiene registradas a casi 1.000 personas como residentes en la v�a Modesta Valenti. Todas ellas son pobres y sin domicilio fijo. Como Adriano, que tiene nombre de emperador. Su jornada transcurre cerca de la c�lebre columna de Trajano, y usa un banco de m�rmol travertino como mesa, cama y sala de estar.

Unas 7.000 personas duermen en las calles de Roma o en centros de acogida. En su mayor�a carecen de domicilio, pero tienen un DNI. La v�a Modesta Valenti, creada en el 2002, se invent� para ellos. Es una calle inexistente en el mapa, pero que permite fijarles un domicilio v�lido a todos los efectos administrativos y electorales. Una soluci�n a la que han recurrido tambi�n Bolonia con la calle Sin Techo, Verona con la calle Hospitalidad y Tur�n con la calle Casa Municipal. En Florencia les han puesto a disposici�n un apartado de correos, donde les guardan las cartas hasta nueve meses. Adem�s de mesa, cama y sala de estar, Adriano tiene ahora tambi�n un domicilio. Virtual.

170 p�ginas

Adriano es un cliente de la gu�a que cada a�o brinda la Comunidad de San Egidio, que d�as atr�s present� la edici�n para el 2008. Saldr� tambi�n, adaptada, en Barcelona y Par�s. Son 170 p�ginas con m�s de 500 direcciones �tiles para quienes, careciendo de casa, quieran ducharse, comer y tal vez dormir. La que algunos llaman gu�a Michelin de los pobres va acompa�ada de un mapa indestructible de la ciudad y contiene las direcciones de supervivencia, pero tambi�n indica los lugares bellos para visitar.

La gu�a tiene tambi�n en cuenta por primera vez a quienes, sin ser pobres, est�n en el umbral de la pobreza. Como Benito, que no alcanza el fin de mes con su trabajo como carpintero de barrio y vuelve cada noche a un dormitorio p�blico del ayuntamiento.

Delito y pobreza

En la presentaci�n de la gu�a, Mario Marazziti, uno de sus patrocinadores, aprovech� la ocasi�n para explicar con los datos en la mano que la prensa deber�a darse un remez�n de neuronas, porque alimenta "una alarma injustificada" sobre la inseguridad que producen a la poblaci�n los vagabundos, los mendigos, los gitanos, los rumanos y en general los forasteros. "Si hay tantos inmigrados como italianos en las c�rceles, no es por los cr�menes cometidos sino por la marginaci�n a la que est�n sometidos", dijo, ya que muchos cumplen prisi�n "solo" por falta de papeles. De los 90.174 presos que hay en Italia, 43.288 son extranjeros (47,7%) y el 16,4% de ellos han cometido delitos administrativos. El porcentaje de extranjeros regulares acusados de alg�n delito est� entre el 6 y el 7%, igual que el de italianos.

En Italia hay oficialmente 2,9 millones de extranjeros regulares y entre 250.000 y 300.000 indocumentados. Los regulares aportaron el pasado a�o 57.765 hijos, el 10,3% de los nacimientos nacionales; 2,2 millones de ellos han cotizado al fisco y 2 millones est�n asegurados contra accidentes laborales. Paralelamente, Interior explica que en Italia hay menos delitos. Los robos han pasado de 99 por cada 10.000 habitantes (1992) a 37 (2006). Los tirones han ca�do un 6% y desde 1999 hasta hoy las casas saqueadas han bajado el 41%.

El caso de los rumanos

Marazziti aport� un dato soslayado por la prensa. Tras el asesinato en octubre de una italiana a manos de un rumano, se abri� la caza de gitanos y rumanos indistintamente, con expulsiones realizadas y otras, masivas, prometidas. La alarma se dispar� porque, seg�n la prensa, en un a�o hab�a llegado la friolera de medio mill�n de rumanos. Sin embargo, el Instituto de Estad�stica ha explicado que efectivamente est�n, pero que llegaron a mitad de los 90, mientras que desde el 2005 muchos se han ido y ahora siguen y�ndose gracias a que pueden circular libremente por la UE. "�No desaloj�is a los gitanos!", alert� Marazziti, porque "con estos desahucios se crea una alarma social que no se corresponde con una mayor inseguridad real" y, en cambio, "se ralentiza el mecanismo de la cohesi�n social".

Rossend Dom�nech