Comunità di S.Egidio


 

Ciudad Nueva

12/03/2008


Un Evangelio sin agregados

 

La vida de la Palabra, la oraci�n que inspira el servicio por los dem�s. Andrea Poretti, referente de la Comunidad de Sant'Egidio en la Argentina, traza elementos de la historia y ejes espirituales del movimiento.

Sucedi� durante la �ltima convocatoria de l�deres religiosos realizada el a�o pasado en N�poles, y que recordaba el famoso encuentro que por primera vez convocara Juan Pablo II en 1986, en As�s. En el almuerzo que Benedicto XVI compart�a con exponentes de varias religiones, la conversaci�n deriv� hacia Tierra Santa y comenzaron a aparecer diferentes puntos de vista. Hasta que el Papa desliz�: "�ste es trabajo de Sant'Egidio", con lo cual el clima volvi� a distenderse. El episodio da una idea del aporte de este movimiento eclesial en �mbitos donde es necesario trabajar por la paz, el di�logo y la tolerancia.

-�C�mo se inici� el movimiento?

-Fue en 1968 que Andrea Riccardi, un laico italiano, bajo los aires del Concilio Vaticano II y durante controvertidos a�os de diferentes ideolog�as, decide optar por la fidelidad al Evangelio siguiendo a San Francisco. A los 18 a�os, mientras cursa el colegio secundario en Roma, se re�ne con un grupo de amigos para rezar juntos y leer la Palabra de Dios. Piensa en la importancia de un Evangelio "sin agregados", sin comentarios que entibien su fuerza. De aqu� nace una familiaridad con la Palabra que, en la pr�ctica, hay que llevarla al servicio a los pobres, junto con una fraternidad que se abre a muchos otros. El servicio empieza con ni�os de un barrio pobre de Roma, a quienes se les daba apoyo escolar en el cinodromo, donde se hacen carreras de perros. La llamaban "la escuela popular", que fue evolucionando y ahora es "la escuela de la paz". La alfabetizaci�n era en un pilar importante del encuentro con los pobres: con la educaci�n se puede cambiar una vida. Luego sigui� el servicio con los vagabundos, la gete de la calle, el comedor, los inmigrantes, los gitanos, los discapacitados.

-�Cu�les son los ejes de la espiritualidad del movimiento?

-Lo fundamental es pensarnos desde la oraci�n hacia las necesidades que se van encontrando en el camino y en el d�a a d�a. Somos laicos, pero la oraci�n es cotidiana. Despu�s de un d�a de trabajo civil y de familia, creamos un peque�o espacio para la oraci�n que son como unas v�speras cada d�a, dedicadas una vez a la Iglesia, otra vez a Mar�a, a los pobres, a la Santa Cruz, a los santos. Esto es lo que va sosteniendo el trabajo. De la oraci�n nace la fraternidad, el servicio y los dem�s aspectos de nuestra espiritualidad.

-�C�mo es la relaci�n con otros movimientos eclesiales?

-Somos realidades de la Iglesia muy necesarias cada una y es muy importante como laicos formar parte de un tejido. Creo que cada uno tiene mucho para aportar a la Iglesia, pero no s�lo hacia adentro, sino hacia afuera. Otro desaf�o grande es hacer viables las posibilidades de encuentro. La verdadera cuesti�n es ser testigos del amor del Se�or y amarnos como hermanos.

-Sant'Egidio ha estado presente en varias negociaciones para pacificar conflictos armados. �C�mo surge la participaci�n en Mozambique?

-En el caso de Mozambique, un obispo se puso en contacto con el movimiento. All� hubo diecis�is a�os de guerra civil entre 1976 y 1992. Empezamos con el env�o de ayuda humanitaria, pero era prioritario pacificar. Creemos en el di�logo con convicci�n, con los otros y con todos, no s�lo con los que quieren dialogar. �Tambi�n con los que matan? S�, con todos. El proceso de paz en Mozambique fue muy criticado porque era muy lento. Nos dec�an: "pero la gente sigue muriendo". Y era cierto. No se pod�a detener el fuego y despu�s sentarse a conversar.

-�Ustedes hablaban simult�neamente con el gobierno y con la guerrilla?

-Ellos no lo sab�an, pero en Sant'Egidio unos entraban por un lado y otros por otro. Hasta que se logr� que se encontraran en nuestra casa. Fueron dos a�os de conversaciones. La familia mozambique�a ten�a que buscar lo que los un�a y no lo que los separaba, y a partir de ah� reconstruir todo.

-�C�mo se organiza la comunidad?

-La opci�n de vida es personal. Hay convivencias masculinas y femeninas, otros miembros que son sacerdotes, pero en Buenos Aires somos todos laicos. La adhesi�n es a trav�s de la fidelidad al Evangelio y al servicio

Para ampliar informaci�n: www.santegidio.org

El di�logo

"El di�logo nos lleva siempre a ver y a conocer. Y adem�s cada hombre consigue convencerme siempre un poco. Quiz�s soy ingenuo, pero siempre que hablo con alguien tengo la sensaci�n de reconocer un fragmento de verdad, incluso en los peores casos. (...) Debemos estar atentos para no crear categor�as de personas con las que el di�logo se excluye. (...) Es cierto que a veces no tengo ganas de ver a este o aquel personaje. Pero hace falta luchar contra los prejuicios arraigados en nosotros, sobre todo contra los m�s fuertes." (De: A. Riccardi, Sant'Egidio, Roma y el mundo. Coloquio con J. D. Durand y R. Ladous, Madrid, Ed. Ciudad Nueva, 1998)

Ciudades contra la pena de muerte

Desde el 2000 Sant'Egidio impulsa una campa�a contra la suspensi�n de las ejecuciones programadas. Se presentaron 5 millones de firmas ante la ONU recogidas en 153 pa�ses, y se consigui� que se aprobara la resoluci�n para una moratoria. "No es vinculante, pero hasta ahora no se hab�a logrado ni siquiera esto", afirma Poretti. Cada 30 de noviembre se celebra la Jornada de las Ciudades por la Vida. M�s de 600 ciudades en el mundo, 39 de ellas capitales, adhieren a la iniciativa iluminando un monumento, haciendo una declaraci�n o produciendo eventos art�sticos y culturales. Adem�s, se siguen juntando firmas. En Argentina fue declarada de inter�s nacional por la Secretar�a de Culto.

Claves

-San't Egidio surgi� en 1968 por iniciativa de Andrea Riccardi, un laico italiano que, durante su adolescencia, comenz� a practicar el Evangelio al estilo de San Francisco.

-La oraci�n cotidiana y grupal es lo que sostiene y re�ne a sus integrantes.

-Este movimiento interviene especialmente en situaciones de conflicto, en pos de la paz, el di�logo y la tolerancia.