Han pasado la noche frente al palacio del presiente, en el centro de Yakarta, encendiendo mil velas, precisamente delante de su puerta. Es una de las iniciativas que estos días la Comunidad de Sant'Egidio, junto a otras organizaciones indonesias, está llevando a cabo para intentar en último extremo disuadir al Gobierno de que ejecute a 10 personas acusadas de tráfico de droga. A la misma hora, manifestaciones y vigilias de oración se celebrarán en varias ciudades del archipiélago, desde Maurere a Yogyakarta o Medan, frente a monumentos nacionales, en iglesias y en universidades.
La intransigencia que ha mostrado el Gobierno, a pesar de las fuertes presiones internacionales, no parece ofrecer muchas salidas y por desgracia los condenados han recibido la notificación de que las ejecuciones se producirán en pocas horas. Precisamente por eso, se ha multiplicado aún más la acción para proponer replantear la situación, y dar voz a aquella parte de la opinión pública indonesia que no comparte y más bien rechaza esta posición incomprensiblemente dura.
Muchos de los condenados están en la cárcel desde hace más de diez años. A menudo se trata de personas pobres (como en el caso de la filipina Mary Jane) que son utilizadas como correos. Dos de ellos han empezado un programa de rehabilitación para otras víctimas de la droga en la cárcel donde se encuentran detenidos; y el mismo personal de prisiones ha hablado en su favor, pues saben que la humanidad tiene valor.
En una multitudinaria rueda de prensa, celebrada el sábado pasado en Yakarta, Indonesia, junto a Kontras y a las demás asociaciones del sector, que significativamente son no confesionales –es decir, reúnen a cristianos y musulmanes– se hizo un último llamamiento al presidente Jokowi. (Texto del llamamiento - bahasa indonesia)
La movilización continúa estos días en todo el país: el 28 de abril ante el palacio episcopal, en Yakarta se celebrará una vigilia de oración, con la participación de la Conferencia Episcopal Indonesia KWI..
También se celebraran vigilias de oración en Medan, el 27 de abril en el convento de Emaús y el 28 con estudiantes en la universidad Unimed. El 28 de abril se celebrará una vigilia también en Yogyakarta en la parroquia de Babarsari. El mismo día una manifestación en Kupang unirá en la plaza a laicos y religiosos para pedir en voz alta que paren las ejecuciones.
Manifestación en Maurere (Flores)
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