Para celebrar la inauguración de la casa de la Comunidad de Sant’Egidio en Lahore, el obispo Sebastian Shah celebró en las salas de la nueva casa una liturgia de acción de gracias en presencia de numerosos amigos llegados no solo de Lahore, sino de zonas y ciudades limítrofes.
Dando las gracias por la cálida acogida recibida, en su homilía monseñor Shah expresó un profundo agradecimiento a la Comunidad como "don de Dios para Pakistán”.
Recordó su difusión en muchas ciudades del país desde 2000 hasta hoy y animó su trabajo por la paz y por los pobres: “En un mundo en el que pocos piensan en los demás y en el bienestar, la Comunidad de Sant’Egidio puede contarse entre los pocos que trabajan por los pobres y por la paz con una plena devoción. Esta –concluyó–, es una casa de oración para Pakistán”.
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