Un paso importante hacia la abolición de la pena capital en otro estado americano, Connecticut. Por 20 votos frente a 16, el Senado de este estado aprobó la primera etapa hacia el fin de la pena de muerte en uno de los estados de la zona este del país. La decisión pasará ahora a la cámara de los Representantes, donde el rechazo a la pena capital goza de mayor apoyo. Y finalmente la firma del gobernador.
La Comunidad de Sant’Egidio celebra la valentía de los senadores de Connecticut que acorta las distancias entre el estado americano y el cambio que está ocurriendo en el resto del mundo sobre el uso de la pena de muerte, innecesaria, siempre degradante, incluso para aquellos que la administran.
Connecticut será el quinto estado americano que desde el año 2007 abole la pena capital, tras New York, New Jersey, New Mexico e Illinois. A diferencia del gobernador de Illinois Quinn, que mantuvo en espera su firma definitiva para la aprobación de la abolición de la pena de muerte en su estado, el Gobernador de Connecticut Daniel Malloy ya ha anunciado su disponibilidad a la validar la nueva ley, cuando se apruebe por las dos Cámaras del Parlamento.
La Comunidad de Sant’Egidio detecta un importante cambio cultural y político que es un buen augurio hacia una justicia capaz de respetar la vida. Próximamente se celebrará un importante referéndum sobre la pena capital en California y una nueva Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en noviembre. |