Trece grupos de estudio, la tarde de ayer, enriquecieron con propuestas y testimonios el encuentro de los Amigos de los pobres, convocado por la Comunidad de Sant’Egidio en Nápoles bajo el título de “Iglesia de todos, especialmente de los pobres”. Marco Impagliazzo, Presidente de la Comunidad de Sant’Egidio, las resumió en sus conclusiones.
En el trabajo de los 13 grupos de estudio, se afrontaron varios aspectos de la pobreza, y se escucharon muchos testimonios. Y de todo ello surgieron algunas propuestas concretas:
la primera fue un llamamiento para que se revisen las normas sobre la nacionalidad, a raíz, entre otras cosas, del emocionante testimonio de Alessio, un joven romano de trece años, hijo de un sudanés del sur y de una salvadoreña: “Hace un tiempo me dijeron que para la ley no soy italiano. Me parece absurdo. Ni siquiera se me ocurre pensar en mí con otra nacionalidad”. Muchos con como Alessio. Es urgente que la política dé respuestas rápidamente a él y a su generación.
Otra propuesta fue la de favorecer al máximo formas de detención atenuada, tal vez en centros vinculados al asociacionismo civil y al voluntariado, para las madres con niños pequeños, que se ven obligados a vivir en la cárcel.
Por último, fue muy sugerente la propuesta que hizo el intelectual gitano Nicolae Gheorge, consistente en fijar un ”tratado de paz” entre los gitanos rom y los no gitanos, para dar finalmente un cambio a la difícil convivencia en nuestras ciudades. Hay que poner fin a la desconfianza recíproca y empezar una fase nueva que lleve a la plena integración de todos. |