Han pasado 20 años desde aquel 4 de octubre de 1992, festividad de San Francisco. Aquel día, en Roma, se firmó el Acuerdo general de paz que puso fin a la guerra civil que tanto sufrimiento generó en Mozambique. Una paz que nació en un pequeño convento del centro de Roma, donde una comunidad cristiana, entonces muy joven, se reunía para rezar: Sant'Egidio.
A través del amor hacia los pobres, aprendido en el Evangelio y con el ejemplo de San Francisco, la Comunidad de Sant'Egidio había aprendido que la guerra es la madre de todas las pobrezas. Y asumió la responsabilidad de aquel pobre país martirizado por la guerra.
Hoy, aquella paz cumple 20 años. En Mozambique, una generación ha crecido sin haber sufrido nunca la guerra. Sant'Egidio continúa al lado del pueblo mozambiqueño: ha puesto en marcha un gran programa de lucha contra el Sida y una campaña para la inscripción en el Registro Civil de los niños "invisibles".
Durante estos días, hemos recordado la historia y los frutos de esta paz extraordinaria, que nació del amor y de la oración.