Desde hace casi un mes Guinea sufre una terrible epidemia de ébola. El virus, identificado como de la cepa más agresiva, se ha difundido por la zona selvática, principalmente en las ciudades de Gueckedou, Macenta y Kissidougou. Pero también en la capital Conakry se han dado varios casos.
Más de 150 personas se han contaminado y por desgracia las muertes superan ya las 90, en aquel país tan marcado por la pobreza y las numerosas dificultades.
Las Comunidades de Sant'Egidio de la ciudades más afectadas por la epidemia denunciaron hace tiempo la falta de medios profilácticos para evitar la difusión del virus.
Por dicho motivo, la semana pasada se envió con carácter de urgencia a las zonas afectadas un primer camión con unos 2.000 litros de lejía y de solución de cloro, indispensable para la higiene personal y la de las casas, pero que es imposible encontrar en las zonas forestales del país.
El reparto si hizo en Gueckedou, empezando por las personas más expuestas: los mendigos que viven por la calle, los prisioneros, las familias pobres de los niños de la Escuela de la Paz.
Toda la Comunidad de Guinea se ha movilizado para evitar un empeoramiento de la situación sanitaria.
Estos días también se está repartiendo por los barrios más pobres y por los pueblos un vademécum con algunas reglas higiénicas y de comportamiento que pueden ayudar a evitar el contagio.
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