A finales de la semana pasada, más de 400 personas, mayoritariamente jóvenes, participaron en la oración convocada por la Comunidad en la iglesia de St. Augustin, en el barrio de Taouyah, en Conakry.
La oración se hizo para recordar a las jóvenes víctimas de Ragboma, donde 40 adolescentes perdieron la vida al ser aplastados por una enorme muchedumbre que se había reunido para celebrar una fiesta.
La tragedia suscitó una gran emoción en Guinea, un país que sufre la terrible epidemia de ébola, que ha provocado casi 400 muertos desde febrero.
Durante la oración, presidida por el arzobispo, y en la que había familiares de las víctimas, se recordó el nombre de todas las víctimas, por las se encendió una vela. |