AICA | September 20 2010 |
Islamabad (Pakistán) - Llegan las ayudas enviadas por la Comunidad de San Egidio |
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Millones de paquistaníes están luchando para superar la tragedia desencadenada por las inundaciones, tras haber visto sus casas y sus campos devastados por la furia de las aguas.
El frente de la ola ya abandonó el norte del país y se dirige hacia la región del Sind, pero los terrenos permanecerán inundados todavía varias semanas, prolongando así la angustia y la miseria de quienes querrían volver a reconstruir su vida normal.
En este escenario dramático, en el que a la solidaridad internacional le cuesta despegar, la Comunidad de San Egidio se está moviendo en varios frentes. Tras las inspecciones y las primeras distribuciones de agua y víveres, se intensificaron las recolecciones de ayuda en las grandes ciudades, como Lahore, Islamabad y Faisalabad.
La Comunidad de San Egidio obtuvo el permiso de llevar a cabo colectas de víveres y ropa en algunos bazares de los barrios ricos. Se trata de una iniciativa que suscitó primero la curiosidad y luego la reacción solidaria de mucha gente. Ofrecer ayuda, sin tener en cuenta la proveniencia social o la fe religiosa, contribuye a superar el sentimiento de impotencia que arrolló indistintamente a los paquistaníes estos días.
La ayuda recogida se repartirá dentro de poco junto a la ayuda proveniente de Europa en el barrio de barracas de Nowshera, en la periferia de la capital.
También desde Europa la Comunidad de San Egidio organizó envíos de ayuda de emergencia. A través de la embajada de Pakistán en Italia se envió una gran cantidad de medicamentos básicos para la malaria, el cólera y la disentería que ya aterrizaron en Islamabad gracias a puentes aéreos. Son especialmente apreciados los potabilizadores y los pañales, pues la mayoría de la población está formada por niños.
Farmacias, empresas farmacéuticas y empresas de la región del Lacio están ayudando no solo con fármacos sino también con otros productos de primera necesidad; en particular, las autoridades paquistaníes piden alimentos ya preparados, como galletas, latas de verduras y alimentos aceptados por las tradiciones islámicas.
El agradecimiento por una respuesta tan rápida da muestra del vínculo de la Comunidad de San Egidio con Pakistán, tierra que sufrió muchos desastres y que abriga en la solidaridad una esperanza para su futuro.
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