Dominique
es un joven afro-americano de 30 a�os. Cuando fue condenado a
muerte, en el 1993, ten�a 19 a�os reci�n cumplidos.
Su
destino es com�n a muchos como �l, marcado por un profundo prejuicio
racial. Hoy todav�a, los negros, que son el 12% de la poblaci�n
de los Estados Unidos, constituyen el 42% de los detenidos en el
corredor de la muerte del Pa�s.
Dominique
fue acusado de haber cometido un homicidio durante un robo
realizado por un grupo de j�venes. En realidad, no hab�a ning�n
testigo ocular que pod�a declarar su culpabilidad. Fue capturado
de forma violenta y sometido a un interrogatorio sin la
supervisi�n de un tutor.
Durante
el proceso, su abogado defensor de oficio actu� con extrema
inexperiencia , presentando fuera de plazo los documentos que pod�an
probar su inocencia. Sucede a menudo, que aquellos que como
Dominique no tienen recursos para pagar los servicios de un buen
abogado, se les asignan abogados con poca experiencia o
incompetentes.
La
suya es una historia dif�cil. Naci� en una familia indigente,
tuvo que sufrir desde peque�o el trauma de la separaci�n de sus
padres. Su madre, afectada por desordenes psicol�gicos, no pod�a
garantizar los cuidados y atenciones necesarias de un chico que
crec�a. La infancia y adolescencia de Dominique tuvieron
como escenario los olvidados suburbios de Houston, en Texas.
Sus amigos eran negros e hispanos, chicos pobres como �l.
En
el proceso que le llev� a su sentencia de muerte no hay ninguna
prueba que demuestre de manera certera su responsabilidad. Hoy se
encuentra en el corredor de la muerte en la c�rcel tejana de
Livingston. Su ejecuci�n ha sido fijada para el pr�ximo 26 de
Octubre de 2004.
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