Liberar a los prisioneros

LA VIDA, LA LIBERTAD � VALEN 100 PESETAS? 

�Cu�nto vale un d�a de vida?
En Mozambique, para un prisionero que ya ha cumplido la pena, 
un d�a de vida vale 100 pesetas. 

El robo de una manzana, de una pastilla de jab�n, de dos gallinas: estos son los "cr�menes" cometidos por muchos prisioneros en las c�rceles de Mozambique. 
Por estos peque�os robos a menudo se cumplen penas muy largas. A veces, cuando el prisionero - pobre, porque son pobres los que realizan este tipo de delitos - no puede pagar los gastos legales o liquidar la pena pecuniaria, corre el riesgo de permanecer durante a�os en prisi�n. Y ha robado pocos alimentos. 
En efecto, en Mozambique, como en muchos pa�ses, la pena est� compuesta por dos partes, una restrictiva de libertad y otra pecuniaria. Al finalizar la pena restrictiva, para quedar en libertad es necesario pagar una fianza, que comprende tambi�n el reembolso por los gastos legales. Quien no la puede pagar, permanece en la c�rcel.

La duraci�n de esta "pena adicional" var�a en proporci�n a la cifra que se debe pagar: aproximadamente un d�a m�s en prisi�n por cada 100 pesetas que no se consigue pagar. 

Para los pobres, por lo tanto, las puertas de la prisi�n permanecen cerradas, a veces indefinidamente. 

Adem�s, la vida en las c�rceles es particularmente dura y dif�cil: a la privaci�n de la libertad se suman la falta de comida, de vestidos, de espacio. 
Es f�cil enfermarse, incluso gravemente, y se corre el riesgo de morir. La desnutrici�n, la tuberculosis, a veces el c�lera, atacan con facilidad a personas probadas por una vida pobre y m�s d�biles todav�a a causa de la detenci�n. 

LIBERAR A UN PRISIONERO,
SALVAR UNA VIDA

Con s�lo 30.000 pesetas se devuelve un a�o de vida a quien est� en la prisi�n por delitos menores y no consigue salir una vez cumplida la pena, porque no puede pagar los gastos legales y la fianza. 

Son 100 pesetas al d�a. Pero bastan para salvar una vida.

El programa "Liberar a los prisioneros" se propone favorecer el regreso a casa de estos detenidos, ayud�ndoles a pagar la fianza y los gastos legales.

Ya algunos, con la ayuda de la Comunidad, han podido volver a casa. Algunos ejemplos.