Comunità di S.Egidio

Los m�s j�venes


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Solidaridad
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a cargo de
Adriana Gulotta

    Un poco de historia
     

    La primera manifestaci�n de solidaridad de la Comunidad hacia los pobres fue precisamente hacia los ni�os. Eran ni�os de las barracas cercanas al Can�dromo de Roma, hijos de inmigrantes del sur de Italia que crec�an en los m�rgenes de la vida de la ciudad, cuyo destino parec�a marcado por la exclusi�n. Para estos ni�os la escuela a menudo representaba un motivo m�s de marginaci�n, porque no cubr�a la diferencia cultural que los condicionaba y con facilidad los rechazaba. Para ellos naci� la escuela de la paz, un �mbito nuevo, d�nde cada ni�o puede estudiar, aprender cosas nuevas, ayudado por el cari�o y por la amistad de los adultos.

    Desde 1968 hasta hoy, la Comunidad ha conocido los diversos rostros de la pobreza de los menores.

    Tras las barracas de la Roma de inicios de los setenta, la Comunidad empez� a conocer y dirigirse a los ni�os de la nueva periferia de las afueras de la ciudad. Se trataba de ni�os crecidos en un contexto diferente, en ambientes despersonalizados y an�nimos, sin relaciones familiares fuerte, acostumbrados a pasar el d�a en la calle.

    Para estos ni�os, la adolescencia y el nuevo ciclo escolar representaban un per�odo de particular dificultad. El peligro de la desviaci�n se hac�a sentir con fuerza y los grupos que nac�an espont�neos eran de riesgo. Para los adolescentes nacieron escuelas de la paz, espec�ficamente dirigidas a las exigencias de su edad. Las escuelas de la paz de los adolescentes quieren ser un �mbito de asociaci�n diferente, positiva, con una propuesta de amistad hacia todos, dirigida a chicos que a menudo se sienten ya grandes pero que todav�a est�n muy marcados por la fragilidad.

    Muchas veces algunos ni�os eran internados. Queriendo continuar nuestra amistad, seguirles de cerca, empezamos un servicio con los menores internados, visitando tambi�n en los centros a los hijos de inmigrantes extranjeros y a los ni�os n�madas.

    A partir de los a�os Ochenta, para los ni�os n�madas, que viv�an acampados en la periferia, nacieron en Roma escuelas de la paz, pensadas para ellos, con una particular atenci�n a la inserci�n escolar, al problema del aprendizaje de la lengua italiana y a la educaci�n sanitaria.

    La Comunidad, actualmente difundida en muchas partes del mundo, sostiene escuelas populares para menores en Europa, en �frica, en Am�rica latina y en Asia.