En la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, que se celebra mañana, la Comunidad de Sant’Egidio invita a todos a recordar las numerosas muertes que todavía se producen dolorosamente en el Mar Mediterráneo, a las puertas de Europa. Según datos del alto comisionado de la ONU, solo en la última semana han desaparecido 160 personas.
Sumándose al llamamiento del papa Francisco por "acoger, proteger, promover e integrar", Sant'Egidio –que estará mañana en la celebración de San Pedro con un grupo de migrantes y de refugiados que se han salvado gracias a los corredores humanitarios - anima a todos los países de la Unión a seguir este modelo que ya está en vigor en Italia, Francia y Bélgica, como resultado de una sinergia entre sociedad civil e instituciones que ya ha dado sus frutos: además de salvar vidas humanas, los corredores humanitarios evitan que el tema de las migraciones caigan en peligrosas instrumentalizaciones y lo reconduce a su verdadera naturaleza.
Como ha escrito el presidente italiano Mattarella, en su carta de inicio de año dirigida al Papa, «la Unión Europea debe hacer frente al fenómeno migratorio con altura de miras y de manera estructural». Hay que destacar la importante aportación, desde el punto de vista económico y social, de muchos extranjeros que están felizmente integrados desde hace años en Europa y que han contribuido a su riqueza y a su desarrollo. Es una realidad que, pensando también en el fenómeno de la baja natalidad, invita a reflexionar sobre la necesidad que hay en nuestro continente de favorecer formas de entrada regulares. |