En ocasión de la Fiesta de Todos los Santos, la Comunidad de Sant'Egidio de la República Checa y de Eslovaquia celebraron el recuerdo de todos aquellos que han muerto en la calle y con los que la Comunidad mantuvo una estrecha relación en todos estos años.
En Praga se celebró una Liturgia eucarística presidida por el cardenal Dominik Duka, arzobispo de la ciudad. Durante la celebración se recordaron los nombres de que han muerto, empezando por Vera, una anciana amiga de la Comunidad que murió pobre y abandonada envuelta en la basura. Muchas velas iluminaron el amor y la bondad del Señor, que nos ha enseñado a abrazar a muchos con este recuerdo.
Participaron en la liturgia, además de muchos amigos sin techo, religiosos y operadores del sector social de la ciudad.
En Brno se celebró una oración, a la que siguió una marcha, para recordar a Pavel, joven agredido hasta la muerte el año pasado cuando dormía en la calle. Hoy, en el lugar donde fue asesinado Pavel, una placa regalo de la Comunidad de Sant'Egdio de Brno a la ciudad recuerda su muerte.
También en Bratislava, en Eslovaquia, se celebró una liturgia que estuvo presidida por el obispo auxiliar de la ciudad, mons. Jozef Hal'ko, que recordó que la solidaridad es el único instrumento eficaz para que no mueran más personas en la calle.
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