Una oración por la paz reunió ayer en la catedral católica latina de San Alejandro de Kíev a unos cientos de personas, junto con la Comunidad de Sant'Egidio de Kíev y un grupo de la Comunidad de Roma, que está en Ucrania celebrando un congreso.
Participaron en la oración, presidida por el obispo católico latino, monseñor Petro Herkulan Malcuk, representantes de las Iglesias ortodoxa, greco-católica y luterana.
"Somos un pequeño rebaño del Señor que hablamos lenguas distintas y celebramos de maneras distintas, pero juntos reconocemos la voz del Señor que viene a encontrarnos en el momento de la tormenta y nos da ánimos", dijo Marco Gnavi en su homilía, tras la cual se recordaron todos los países afectados por la violencia y por la guerra. Estos días, en los que los cristianos de Oriente celebran la Semana Santa, coinciden con el treinta aniversario de Chernóbil.
La oración de Sant'Egidio en la iglesia de San Alejandro, que está a poca distancia de la plaza de Maidán, no ha dejado de celebrarse nunca, ni siquiera en los meses más difíciles de la guerra de Ucrania, y cada mes reúne a cristianos de todas las confesiones en la invocación de paz.
Los días anteriores el grupo de la Comunidad de Sant'Egidio de Roma se ha reunido con el jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, el arzobispo mayor Sviatoslav Shevchuk. También participó, en el gran monasterio de la Lavra de las cuevas, en el domingo de Ramos presidido por el metropolita de Vizgorod y Chernóbil de la Iglesia ortodoxa ucraniana.
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