La Comunidad de Sant’Egidio saluda con gran alegría la concesión del premio Noble por la Paz al presidente colombiano Juan Manuel Santos. Se trata de un fuerte apoyo al diálogo y a la negociación como únicas vías practicables para llegar al fin de los conflictos. Una señal importante para un mundo en el que ha aumentado de manera preocupante, en los últimos meses, la tercera guerra mundial a trozos de la que habla el papa Francisco. Al mismo tiempo es un gran impulso para continuar, en Colombia, el proceso de paz entre el Gobierno y las FARC, sellado por los acuerdos de Cartagena de Indias del 26 de septiembre pasado, más allá del compás de espera que ha sido la victoria del "no" al referéndum.
El premio Noble alienta al presidente Santos a continuar un trabajo que hemos conocido y apreciado, habiendo desempeñado y continuando desempeñando, como Comunidad, una tarea de facilitación del encuentro entre las partes en Colombia. Por el bien de aquel gran país de América Latina no se puede volver a una guerra que ha durado 52 años y que ha provocado más de 200 mil muertos y 5 millones de desplazados.