La Navidad es la fiesta de un niño, es la fiesta de Jesús. Y nosotros esta Navidad pensamos en todos los niños que no han encontrado un sitio en nuestra sociedad, como Jesús, que aquella noche no encontró un sitio para nacer. Sobre todo, pensamos en los niños hijos de emigrantes: ¡cuántas imágenes de dolor hemos visto estos años en el mar Mediterráneo!
La Navidad este año es también la fiesta de todos los niños que se han salvado con los corredores humanitarios. Han llegado de manera segura a nuestro país, a nuestros países europeos, salvándose de la guerra. La Navidad también es una fiesta de familia, no la mía, no la tuya, o al menos no solo la mía ni solo la tuya, sino de la familia humana, porque el mundo –tal como lo vemos en Sant’Egidio– es una fraternidad universal donde debe haber sitio para todos, sobre todo para los más débiles y los más vulnerables. Y precisamente para ellos este año hemos preparado muchas, muchas mesas para celebrar una linda comida de Navidad en la que nadie sea excluido, sobre todo aquellos que lo son durante todo el año.
La Navidad también es una fiesta de paz, y desde Sant’Egidio queremos mandar un deseo de paz a todo el mundo: paz para nuestras ciudades, para que haya sitio para todos, y paz para quien sufre por la guerra. Que cada uno de nosotros esta Navidad pueda hacer lo que está en sus manos, pueda echar una mano, para que sea una Navidad para los niños, para los excluidos, una Navidad de familia, una Navidad de paz. ¡Desde Sant’Egidio, te deseamos una feliz Navidad!
Marco Impagliazzo
Presidente de la Comunidad de Sant'Egidio