
Conmoción, silencio y oración en la playa de Ercolano, donde la Comunidad de Sant'Egidio y la parroquia de Santa Caterina han recordado a Violetta y Cristina, las dos niñas gitanas que murieron ahogadas el sábado pasado en el litoral de Torregaveta.
La Comunidad de Sant'Egidio ha querido estar en torno a la familia de Violetta y Cristina y unirse a las palabras y a la preocupación manifestada por el cardenal Sepe después de las imágenes de indiferencia que han marcado esta tragedia, "La indiferencia que hemos visto es casi más grave del suceso mismo. Más terrible que ver nuestra ciudad, Nápoles, sumergida por los desechos".
En la liturgia han participado, junto a la madre y los familiares de las niñas, varios centenares de personas. Ha sido un signo concreto, un "mensaje de amor y solidaridad", como se ha subrayado durante la homilía, para mantener vivo y hacer crecer un espacio de humanidad y de piedad en la ciudad.
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