Desde 2008 la lepra ya no se considera un problema de salud pública en Mozambique (se calcula que hay menos de un caso por cada 10.000 habitantes) pero el país continúa siendo uno de los países africanos con mayor número de enfermos.
Aproximadamente la mitad de los casos de lepra se concentran en la provincia de Nampula, en el norte de Mozambique, la más poblada del país.
Allí hay muchas comunidades de Sant’Egidio. Ya hace varios años que la Comunidad de Namitoria, un pequeño pueblo del distrito de Angoche, visita un leprosario en el que viven unas 45 personas, en gran parte enfermos de lepra, junto a algunos pequeños huérfanos. Son muy pobres. A causa de las mutilaciones provocadas por la lepra, ya no pueden realizar ninguna actividad que les proporcione una cierta autonomía, y algunos incluso han perdido la vida a causa de la enfermedad.
El leprosario se encuentra en la localidad de Nacopa, una zona más bien aislada, sin luz y con graves dificultades de aprovisionamiento de agua. Es una realidad completamente olvidada. Las casas, como se puede ver en las fotos, están en pésimas condiciones, muchas veces son peligrosas, no tienen ventanas, ni puertas...
Las personas de la Comunidad les visitan regularmente, de vez en cuando llevan alimentos, desde hace unos años hacen la comida de Navidad con los leprosos.
El pasado 15 de agosto, con una ceremonia en la que participaron también la directora provincial del Ministerio de la Mujer y de Asuntos Sociales, el representante del distrito, los representantes locales de la Iglesia y los líderes tradicionales, se inauguraron los trabajos de reconstrucción de las casas. “Vosotros no nos habéis abandonado nunca, incluso cuando parecía que todos nos olvidaban. Hoy empieza la reconstrucción de nuestras casas. Vosotros nos devolvéis la vida y la dignidad”, dijo uno de los enfermos al finalizar la ceremonia.
Las nuevas casas estarán terminadas a mediados de octubre.
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