En ocasión del Día Mundial de los ancianos, la Comunidad de Sant'Egidio de Douala ha ido a encontrar a un grupo de ancianos residentes en el barrio de New-Bell y cercanías.
El encuentro, que se produjo en casa de una anciana, fue una ocasión para conocer mejor las historias de muchos de ellos..
Los amigos de la Comunidad destacaron la importancia de que en el barrio los ancianos se encuentren y creen verdaderos lazos de amistad, y recordaron que todos formamos una única familia: jóvenes y ancianos, que no están solos sino que, a través de la Comunidad, pertenecen a una gran familia en la ciudad, en el país y en el mundo. También recordaron que el papa emérito Benedicto XVI, en la visita a sus coetáneos de la Comunidad de Roma, dijo al finalizar aquel encuentro que se sentía rejuvenecido.
Muchos de los presentes dieron muestra de gestos concretos de esta amistad, como las visitas recibidas, los pequeños regalos y la ayuda para el tratamiento médico, y al finalizar la visita recibieron paquetes de azúcar y jabón.
Durante la comida, los amigos hicieron un pequeño concierto con cantos y gestos de la Comunidad. Los ancianos agradecieron que los cantos fueran en varias lenguas pero que hablaran siempre de paz, de amistad y de Evangelio.
No podía faltar un viejo canto en lengua Bassa, que invita a dar gracias a Dios y a alentar a aquellos que practican el amor.
Antes de irse, el padre Jean Baptiste della Cité des Palmiers, que había ido allí con algunos jóvenes, hizo una oración.
Este encuentro fue una muestra de que una mayor amistad entre los ancianos y los vecinos es un gran signo de compartir el Evangelio y de mutua protección |