No Justice Without Life: por segunda vez, en la Dieta, el parlamento de Japón, corazón del poder legislativo, Sant'Egidio ha convocado a representantes de las instituciones, activistas de la campaña por la abolición de la pena de muerte y testimonios para abordar un tema crucial: el estado de derecho y el ejercicio de la justicia en Japón.
En realidad hace ya más de doce años que la Comunidad promueve encuentros a varios niveles, en varias ciudades de Japón, sobre la pena de muerte, en los que ha puesto en debate a grupos religiosos y laicos, sociedad civil y organizaciones sociales. En los últimos años la participación ha ido aumentando, hasta el importante encuentro de ayer, que ha visto cómo aumentaba exponencialmente la adhesión a la iniciativa, mucho más de cuanto se habría podido esperar.
El congreso ha abordado temas concretos, con las personas que, en sus respectivos países, están trabajando activamente para renovar los sistemas judiciales: estaban Mario Marazziti, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento italiano y Shizuka Kamei, presidente de la liga parlamentaria para la abolición de la pena de muerte en Japón. Estaba también Alberto Quattrucci en nombre de la Comunidad de Sant'Egidio, que hace años que trabaja a nivel global para eliminar la pena de muerte del vocabulario de la justicia internacional..
Un público cualificado, numeroso y atento, siguió el debate, que abordó momentos de intensa emoción, cuando tomó la palabra el anciano Iwao Hakamada (en la foto, mientras interviene) que era inocente y pasó 46 años en el corredor de la muerte. "Diez mil días sin salir de la celda, sin saber si detrás de la puerta estaba el carcelero con la cena o el pelotón de ejecución"..
Mientras está en curso el congreso, eliminando las distancias geográficas, el papa Francisco, en una reunión con una delegación de la Asociación Internacional de Derecho Penal, pronuncia palabras fuertes: "Todos los cristianos y los hombres de buena voluntad están llamados hoy a luchar no solo por la abolición de la pena de muerte, tanto si es legal como si no lo es, y en todas sus formas, sino también para mejorar las condiciones carcelarias, y respetar así la dignidad humana de las personas privadas de libertad".
Alberto Quattrucci, de Sant'Egidio, manifiesta la propuesta final del congreso, que indica un compromiso de futuro: "construir más 'puentes' de diálogo y de colaboración efectiva a nivel legislativo, político, cultural y social entre Europa y Japón".
Mañana, próxima etapa asiática de "No justice without life": el 27 de octubre en Manila, en las Filipinas.
MIRA EL ÁLBUM DE FOTOS:
|