| 27 Desembre 2009 |
EN EL MARCO DE LA FIESTA CATÓLICA DE LA SAGRADA FAMILIA
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Benedicto XVI almorzó con los pobres en un comedor de la Comunidad de San Egidio |
Compartió la comida y dio regalos a 150 personas empobrecidas y sin techo, en un barrio de Roma. Se sentó junto a un refugiado afgano, de fe musulmana. El fundador de la comunidad destacó la inédita presencia de un Papa junto a carenciados.
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El papa Benedicto XVI almorzó este domingo en el comedor de la Comunidad de San Egidio, en Roma, con 150 personas empobrecidas, italianas y extranjeras, hasta donde llegó en el marco de un amplio operativo de seguridad.
Benedicto XVI arribó al barrio de Trastevere antes de lo previsto junto al jefe de la seguridad del Vaticano, Paolo Giani, y bajó sonriente del vehículo que lo llevó hasta esa zona, donde fue recibido por los fundadores de la Comunidad de San Egidio.
Tras saludar a las personas, sin alterar el contacto pese a la agresión que sufrió el jueves, el Papa ingresó al edificio donde fue instalado el comedor para el almuerzo.
Las personas recibieron a Benedicto XVI con un largo aplauso y algunas de ellas gritaron "Viva el Papa", quien antes de sentarse a la mesa rezó un Padre Nuestro con los comensales.
El Pontífice se sentó junto a un refugiado afgano de 34 años, Qorbanali Esmaili, en el marco del almuerzo para 150 personas empobrecidas de la Comunidad de San Egidio.
El hombre afgano es un musulmán chiíta que vive en Italia desde hace 10 años como refugiado político, mientras a la derecha del Papa se sentó el fundador de la Comunidad de San Egidio, Andrea Riccardi, quien agradeció la
presencia del Pontífice.
Al final del almuerzo, el Pontífice dio las gracias a los presentes, a quienes había ofrecido los dulces, y distribuyó regalos a los 31 niños presentes a la comida.
Al llegar a la comunidad, Benedicto XVI se detuvo brevemente delante del pesebre y de un monumento a Modesta Valenti, mujer sin techo muerta en la estación ferroviaria central de Roma que se convirtió en símbolo de la personas sin hogar. Benedicto XVI comparó las dificultades y los inconveniente padecidos por la Sagrada Familia de Nazaret, de la que este domingo la Iglesia católica celebra la festividad, a los de los pobres, los emigrados y los sin techo del mundo actual.
El Pontífice elogió a quienes ofrecen su ayuda a estas personas y exhortó a que "en estos momentos de particulares dificultades, todos sean testigos de esperanza" y eviten las tentaciones de un egoísmo que "solo da tristeza y gozo efímero y deja el corazón vacío".
"Es la primera vez en los tiempos modernos que un Papa come en un ambiente adonde van las personas con quienes los ricos, las personas importantes, la gente de televisión y los sabios no comparten la mesa", dijo Riccardi al dirigirse a Benedicto XVI antes de comenzar el almuerzo.
El fundador expresó el gozo de la comunidad viendo al Papa como "comensal y amigo de este pueblo particular que está como en su casa aquí donde cada día comen unas mil personas en distintos turnos".
"A menudo -agregó Riccardi- se trata de personas heridas por la vida, en especial con la crisis económica, pero ¿no somos todos heridos por la vida, por el bien no hecho o por el mal escogido?"
Alrededor de estas mesas, agregó, "se forma una familia en que recibe la dignidad de hermano quien tiene sed y hambre o quien no tiene casa o es extranjero. A menudo, nuestra sociedad, dominada por la dictadura materialista, teme a quien es distinto".
"Con humildad y de modo firme -concluyó- quisiéramos indicar a la sociedad espantada e inhospitalaria que es necesario reencontrar la roca del fundamento. Solo así no se tendrá miedo del otro, de quien sufre o cumplió viajes terribles para encontrar al paz".
El comedor
La visita del Papa era particularmente esperada por la comunidad de San Egidio que, en Navidad, recibe en total más de 100 mil personas necesitadas, entre sin techo, ancianos y nuevos pobres, considerados miembros de la "gran familia" de la iglesia, explicó Radio Vaticana.
El comedor de Via Dandolo recibió a más de cien mil personas y ha servido 2 millones doscientas mil comidas desde su apertura, en 1998, según informa la Comunidad de San Egidio en su página web.
Ofrece "comida caliente gratis y abundante en un ambiente familiar y amistoso", como lo hace también en varios comedores que esta entidad de la Iglesia católica tiene en varios países como Bélgica, Alemania y Rusia.
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