Mozambique está pasando un tiempo de tensión político-militar. En algunas zonas del centro los enfrentamientos y la violencia hacen que sea insegura la vida y el futuro de la gente no solo de aquellas zonas sino de todo el país. Por eso se esperan con gran inquietud las elecciones presidenciales que se celebrarán en octubre de este año.
En este clima de amenaza a la paz, que se firmó en Roma en octubre de 1992, Andrea Riccardi se ha reunido con los representantes de las comunidades de Sant'Egidio de Mozambique. Han sido días intensos de reflexión durante los cuales han surgido las expectativas de paz y de justicia que mucha gente preocupada por su futuro deposita en la Comunidad. Alentadas por las palabras que el papa Francisco dirigió a Sant'Egidio durante su reciente visita a Roma, que invitan a salir y a continuar por el camino de la oración, de los pobres y de la paz, las comunidades de Mozambique sienten la urgencia de hacer más humana la sociedad. El valor de la gratuidad del trabajo representa una verdadera revolución en los comportamientos. Una gratuidad que se manifiesta en la amistad con muchos pobres del país, de las Escuelas de la Paz (unas 150 en todo Mozambique) hasta los Jóvenes por la Paz, desde el servicio en unas 35 cárceles hasta la amistad con los ancianos. En Mozambique, como en todo el mundo, trabajar por la paz es también garantizar un futuro diferente para los más débiles.
Andrea Riccardi visitó posteriormente el nuevo Centro Dream "Anamaria Muhai" de Matola, cerca de la capital Maputo, especializado en prevención de la transmisión materno-infantil de la infección de VIH y para el tratamiento de niños seropositivos. Fueron muchas las mujeres y los niños que estuvieron en el centro recién construido gracias, entre otras, a la generosidad de las hermanas Vicencianas que dieron el terreno. La doctora Ines Zimba, responsable mozambiqueña del programa Dream, recordó que este ha salvado y continúa salvando muchas vidas en todo Mozambique. Andrea Riccardi destacó que después de una historia complicada, Dream se ha convertido en una realidad que ha cambiado la historia del tratamiento del sida en el país.
Todavía en Matola, la visita continuó en el Centro Nutricional de la Comunidad de Sant'Egidio, donde asisten una media de 450 niños al día. En el centro también hay una guardería para 75 niños, y una escuela de corte y confección para 15 jóvenes. Además, algunos adolescentes que han crecido en el Centro participan en un curso para aprender a cultivar hortalizas.
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