La Comunidad de Sant'Egidio manifiesta su más profunda preocupación por la situación dramática de los cristianos en Siria e Iraq, que cada día se agrava con nuevas y terribles noticias. La consistente comunidad cristiana que vive en la asediada Alepo cada vez es más rehén del enfrentamiento entre rebeldes y fuerzas gubernamentales.
Por otra parte es extremamente preocupante el secuestro de las dos cooperantes italianas, Greta Ramelli y Vanesa Marzullo, que tuvo lugar en Alepo, donde se encontraban para llevar ayuda médica y alimentos a la población extenuada.
La Comunidad de Sant'Egidio hace suya la preocupación de Andrea Riccardi, compartida por miles de personas y por muchas personalidades del mundo de la política y de la cultura, que hace aproximadamente un mes lanzó un llamamiento por Alepo, para que la comunidad internacional se movilice para detener la lenta agonía de aquella ciudad. "Es necesaria una intervención internacional para liberar a Alepo del asedio", propone Riccardi. "Hay que abrir corredores humanitarios y hay que proporcionar provisiones a la población civil. Y luego hay que negociar a ultranza el fin de los combates".
En Iraq los yijadistas del EIIS han conquistado Karakosh, han hecho prisioneras a cientos de jóvenes mujeres de la minoría yazidí y han provocado la huida de decenas de miles de cristianos, muchos de los cuales ya habían huido de Mosul. La Comunidad manifiesta su plena solidaridad con el Patriarca caldeo Sako, que ayer lanzó un llamamiento dramático para proteger a los miles de cristianos que huyen de la llanura de Nínive.
La Comunidad de Sant'Egidio va a continuar trabajando para que aumente la reflexión, el recuerdo y sobre todo la acción concreta a nivel internacional para que se ponga fin a la gravísima situación de los cristianos en Siria y en Iraq. |