En Faisalabad, ciudad industrial en el centro de Punjab, en Pakistán, unos 150 jóvenes de las Comunidades de Sant'Egidio de entre 16 y 22 años se reunieron durante dos días de congreso.
Fue un encuentro festivo, en el que pudieron compartir la alegría de haber descubierto, al conocer la Comunidad, un camino para superar el miedo y la resignación. Las historias de amistad con los pobres que explicaron los jóvenes dicen que es posible cambiar la realidad, y construir un futuro distinto.
El camino es el que trazó el mensaje del papa Francisco a la Comunidad: oración, pobres y paz.
Entrar juntos en el tiempo de Adviento marca, pues, el inicio de un tiempo nuevo para todas las comunidades paquistaníes, que han reafirmado su compromiso a ser una semilla de paz en una sociedad que todavía está muy marcada por la violencia, pero donde se ha difundido una gran esperanza de cambio, sobre todo entre los jóvenes, una esperanza que la Comunidad desea recoger, alentar y acompañar.
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