El drama de quien no tiene un techo bajo el que cobijarse por la noche no termina. En menos de tres semanas, tras Gregorio, polaco, que fue encontrado sin vida la mañana del 30 de diciembre pasado en el barrio de Esquilino, la noche del viernes al sábado pasado murió Karim, tunecino de 30 años, frente a la iglesia del Sagrado Corazón, en via Marsala, delante de la estación de trenes Termini.
Cuando a finales de diciembre en Roma la temperatura bajó por debajo de cero, la administración municipal decidió abrir para los sin techo nuevas camas por la noche. Hasta el momento no ha habido avances significativos en la acogida de estas personas. Por el contrario, hay una menor disponibilidad respecto al año pasado, que resulta totalmente insuficiente ante la necesidad que hay.
La Comunidad de Sant’Egidio considera grave el nuevo retraso en la respuesta a la "emergencia ordinaria" y pide al ayuntamiento que ponga a disposición rápidamente nuevos centros de acogida nocturna para evitar nuevas tragedias y hacer que Roma sea más vivible para todos, empezando por los más pobres. |