En las últimas semanas en Costa de Marfil se han producido algunos homicidios de niños, que han suscitado alarma entre la población, porque los cuerpos mostraban señales que hacían pensar en viejas y terribles prácticas de superstición, los denominados "crímenes rituales", además de una posible explotación para tráfico de órganos.
La Comunidad de Sant’Egidio de Abiyán, la capital económica del país, ha manifestado su firme condena de estos actos horribles y ha lanzado, en una conferencia de prensa, un llamamiento para cambiar la actitud y la cultura hacia los menores, para proteger su vida e impedir su explotación por parte de los adultos:
"En primer lugar es necesario detener de inmediato la mano de quien quita la vida a tan gran número de inocentes. Y para que actos de este tipo no se repitan también hay que cambiar la cultura hacia los niños", han explicado el responsable de Sant'Egidio en Costa de Marfil, Georges Adon, y el coordinador de las Escuelas de la Paz, Ange Sayé Zirihi. "Estos actos criminales indican que el valor de la vida de los niños y la necesidad de protegerles están muy poco arraigados en la conciencia colectiva. A todo ello hay que añadir la ignorancia, asociada a antiguas creencias que lleva a los autores de estos crímenes a utilizar la violencia contra los niños, en la convicción de que eso les comportará éxito y riqueza en su vida personal. Se trata de creencias inhumanas que no esconden más que sed de riqueza y de poder".
En la conferencia de prensa también se ha recordado el valor de las Escuelas de la Paz, presentes en Abiyán y en muchas otras ciudades de Costa de Marfil. Son lugares donde se enseña a crecer juntos, donde se preocupan por la inscripción en el registro civil de los menores (que si no están registrados pueden ser fácilmente víctimas de explotación porque son "invisibles") y construyen una cultura que defiende la vida.
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